Un columnista de prestigio nacional fue quien le dio voz al último rumor de ingresos a la Lista de Personas Bloqueadas (LBP) de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, en el que se menciona a la Unidad de Inteligencia Financiera como el organismo que habría ordenado el congelamiento de cuentas bancarias de los Bartlett, además de mencionar en otro contexto a la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas por el retiro de su visa, pero en el mismo día, se fue desmintiendo.
En el caso de los Bartlett fue desmentido por el propio Gabinete de Seguridad, en sus cuentas oficiales de redes sociales, mientras que la alcaldesa mostró a través de una transmisión en vivo, que se encontraba en una hamburguesería de Laredo, Texas, como evidencia de que puede ir y venir de Estados Unidos.
El pandero se movió por el prestigio del columnista, pues en un universo en el que muchas páginas y editorialistas sueltan todo tipo de información tendenciosa, aquellos de buena reputación e historia, prevalecen.
Sólo para aclarar, no estamos atacando al columnista, pues se trata de alguien que ha tenido sus aciertos y muy posiblemente en esta ocasión confió en una fuente de información equivocada para redactar su opinión que tanto escándalo causó.
Claro que siempre está la posibilidad de que quien le pasó esta información o alguien en la cadena del rumor, se aventuró con tales falsedades con toda la intención de causar un daño, pero ante la posibilidad de que se desmintiera tan fácilmente como ocurrió, quien salió perdiendo fue el columnista, pues las personas señaladas rápidamente lo contrarrestaron.
Insistimos, esto pinta más a que confió en la persona o personas equivocadas y ha ocurrido a grandes periodistas incluso, pues los señalamientos eran con nombre y apellidos, así como una serie de detalles y narraciones que le daban forma.
Todo esto ocurre en el marco de que efectivamente hay rumores de diversas personas en el ámbito político que han estado ingresando a la lista de LBP y sobre todo de retiro de visas, en el que suenan cada vez más fuertes algunos perfiles conocidos, que ahora figuran como sospechosos de haber contribuido a la cadena de mentiras, pero contra sus adversarios para despistar a la opinión pública.