El tema de la soberanía ha estado muy presente en los últimos días, no solo para México sino para otros países en el marco de las políticas que prevalecen en tiempos de Trump.
Ahora un despliegue de más de 4 mil infantes de Marina estadounidense en aguas de los países latinoamericanos y del Caribe, en el marco de que los cárteles de la droga son el nuevo argumento para lo que varias naciones interpretan como intervencionismo.
Obviamente desde México hacia el sur ha dejado reacciones negativas al respecto, con algunos discursos entre líneas en los que se pone en duda la intención de combatir a las organizaciones criminales, que si bien innegablemente estos grupos delictivos han sido un cáncer para la sociedad actual, muchos coinciden en que la mejor manera es la cooperación a través del intercambio de informes de inteligencia.
En nuestra frontera hemos visto el despliegue de militares del lado estadounidense en más de una ocasión, recientemente incluso la llegada de un Striker modificado específicamente para la vigilancia, que ubicado bajo el Puente 2, cumplía su función de observar con mayor detalle todo lo que ocurre en las márgenes del río.
Las políticas migratorias de Trump han tenido efectos, claro, negativos para la comunidad migrante y para quienes dependían en gran medida de sus servicios en diversos ámbitos desde el campo, la construcción, restaurantes, hoteles y demás negocios en los que trabajadores mexicanos y otros latinoamericanos, conformaban gran parte de su fuerza laboral, pero a sus bases les ha podido manifestar que ha reducido en más de un 90 por ciento el flujo de personas indocumentadas.
Lo que se vive es insólito para la historia reciente, pero muchas personas han visto todo este fenómeno como algo temporal e insostenible, por lo que con frecuencia escuchamos testimonios de migrantes que aseguran optar por esperar a que concluya su mandato, para volver a intentar el sueño americano.
Difícilmente una nueva administración abriría las puertas a una migración indiscriminada, pero al menos es más probable que no tenga una política tan agresiva como la actual.