PASADIZO SECRETO

De teatro del IMSS a escuela teatral

Escrito en OPINIÓN el

Todo residente de esta frontera tamaulipeca conoce bien ese abandonado recinto enclavado en el primer cuadro de esta ciudad, sitio que en otras décadas fue escenario de grandes eventos, pero para rescatarlo, bueno sería el transformarlo de teatro del IMSS a escuela teatral.

De gran motivación fue para la población de Nuevo Laredo el que esta ciudad haya sido escogida como sede del Festival de Monólogos Teatro A Una Sola Voz llevado a cabo a principios de este mes de julio, presentación que aparte de haber traído arte y cultura, se toma como enseñanza para esos cientos de jóvenes con talento y ansias de destacar en esas artes escénicas.

Variadas expresiones artísticas que inundan las mentes de muchos jóvenes, hombres, mujeres, niños, niñas con ese talento extra, pero que, por supuesto requieren de ese impulso adicional, esto para no tan solo desarrollarlo, sino como ese apoyo para lograr sus metas, todos sus objetivos.

Por lo que la creación de espacios acordes al proyecto de sus vidas por decir así, o el aprovechamiento de esos otros lugares como el Teatro del IMSS, obliga no tan solo a esas personas, sino a la comunidad entera a exigir el cederles ese lugar a estas artísticas personas.

Rescatarlo, llevándolo a ese primer nivel como en sus tiempos buenos, darle vida con la presencia de la población entera, dejar que sea aprovechado y disfrutado por las nuevas generaciones.

No es por demás recordar a esos grandes maestros del teatro, de la danza, de la declamación y oratoria, esas otras maestras que por igual contribuían con sus conocimientos a engrandecer las cualidades de sus alumnos, maestras y maestros que por su servicio, forjaron esa cadena de artistas en distintas disciplinas.

Maestros y maestras que, por supuesto no hacen falta aquí el mencionarlos ni el detallar sus trabajos de cada uno, una, al saber y bien la comunidad de Nuevo Laredo, sus centros escolares, que, por su esfuerzo, dedicación y resultados, en la mente de esos ex alumnos, ex alumnas, hoy en su mayoría y ya como padres y madres de familia sus obras aún están presentes.

Quizás muchos de estos mentores en algún momento de sus vidas tuvieron esa gran idea de tener algún recinto exclusivo para el desarrollo de sus actividades, claro, eran otros tiempos de austeridad y pocos proyectos, por lo que era difícil, entonces poco o nada de eso se lograba.

Pero hoy, las nuevas generaciones de maestros y maestras enfocados al arte artístico, teatral tienen en sus manos la oportunidad de hacer realidad ese deseo de muchos, al convertir el teatro del IMSS en esa escuela teatral, en ese espacio cultural, de variadas artes que coadyuven con las aspiraciones, con los sueños de muchos sobre todo jóvenes neolaredenses.

Con esto, lograr que toda persona con talento y gusto de este tipo de arte, no tan solo sean espectadores de grandes espectáculos que llegan a esta frontera, sino ser ya parte de ellos gracias a que se cuenta con los sitios idóneos para impregnarse de ese mundo teatral.

Hoy por supuesto existen en Nuevo Laredo muchos maestros y maestras de las artes escénicas, todos y todas con nuevas actitudes y aspiraciones, entonces en ellos y ellas no hay duda que existen esas ganas de lograr lo que a través de las décadas no se ha concretado, el tener su propia escuela teatral.

Hacerlo realidad, así, ver a esas nuevas generaciones de artistas en sus distintas versiones como el teatro, el cine, la televisión a grandes niveles gracias a esa semilla sembrada, a esas acciones hoy emprendidas.

Entonces no es el momento de pensar, de rebuscar que hacer para lograrlo sino actuar, externándolo a las autoridades de educación, de arte y cultura, al propio Municipio, a los diputados y diputadas para ya rescatar al teatro del IMSS y ponerlo nuevamente en función ahora educativo.

Cierto es que se necesitaría mucha inversión para volver a poner funcional el Teatro de IMSS, pero cierto es también que si no se mueven desde este momento esas piezas que lo levanten nuevamente, difícilmente pasará a ser ese edificio aprovechado.

Entendiendo que logrado esto, realmente sería muy motivante el que todo Nuevo Laredo, los padres, madres de esos niños, niñas, jóvenes acudan a ese sitio a reconocer su esfuerzo y trabajo, ver y comprobar de igual modo, que, con algo de interés, las ruinas de aquel viejo Nuevo Laredo aún pueden renacer, brindar frutos a las nuevas generaciones.