Cuando la muerte se hace presente, los sentimientos surgen, los porqués se manifiestan, y aunque este trance es continuo e inevitable, no se puede negar que duele cada vez que sucede, pesar que provoca externar esa pregunta obligada, ¿algo falta en esta vida?
Pero si a la muerte se le ve de una forma religiosa, los dolientes se cuestionan una y otra vez: ¿Por qué esto sucedió?, aun y ante esas súplicas, ante esas lágrimas, rezos y plegarias, incluso ante esa invocación a esos santos o a su dios divino, triste es ver que no se tuvo ese resultado esperado, deseado y lamentablemente el final para esa persona llega.
Y si se ve a la muerte de una forma por decir así “natural” como resultado de la vida misma, en donde un ser vivo tiene un término de tiempo y de vida y que en algún momento tiene que concluir, ese desenlace resulta de igual modo confuso, lleno de preguntas que al final del día no llevan a nada, pues nada se sabe aún del trayecto de la vida a la muerte.
Sobre esto, entre los mexicanos siempre se ha dicho que éste se “burla” de la muerte, entonces surge el ingenio a través de representaciones artísticas, murales, libros, figuras esqueléticas, en fin, una gran cantidad de manifestaciones que ridiculizan el final de la vida; éstas se han trasladado de rincón en rincón y por toda la nación, de generación en generación.
Sin embargo, triste es reconocer que al vivir en carne propia esos momentos de dolor y de partida de un ser querido, “espanta” y de una forma súbita esas creencias de que muchos se ríen de la muerte.
En México al ilustrador José Guadalupe Posada se le ha endosado como el creador de la sátira a través de la representación de la muerte, al haber ilustrado a través de su arte infinidad de pasajes políticos, religiosos, sociales de su época como una forma de denuncia o rechazo.
Trabajos que bien eran la gran novedad por su versatilidad, atrevimiento y originalidad, pero la verdad es que muchas de sus representaciones, creaciones ya habían surgido en la vieja Europa.
La Catrina o la calavera Garbancera una de las más populares de Posada, refleja ese toque de influencia sobre la muerte ampliamente expresada por grandes artistas grabadores, pintores e ilustradores del viejo continente, muchos llevando, externando esa misma línea de crítica, razonamiento y representación cadavérica.
Uno de ellos y el más destacado fue el ilustrador Hans Holbein quien se atrevió a realizar un sinnúmero de grabados en donde ponía como primer protagonista a un esqueleto representando a la muerte.
Interesante trabajo en los que mezclaba el tiempo por medio de un reloj de arena, agregando un peculiar personaje como principal al que se le adjudicaría la muerte, muerte representada por un esqueleto con “vida” que lo señalaba, evidenciando y criticando la forma de haber dirigido su existencia, todo bajo un escenario propio del lugar en donde el personaje elegido regularmente desarrollaba su actividad.
“La Danza de la Muerte” es el título de su obra, trabajo que engloba a cuarenta y un grabados que vieron la luz en el año de 1538 en donde uno a uno y casi en forma jerárquica, externaba lo que quizás el cómo creador veía en sus propias épocas de estos los abusos, las injusticias.
Grabados muy detallados y pintorescos que dan inicio con el nombrado La Creación, después La Tentación seguido de La Expulsión del Paraíso, Adán labra la tierra es el siguiente en donde aparece y por primera vez en ese orden el reloj del tiempo y el esqueleto que representa a la muerte, Los huesos de todos los hombres es el nombre del siguiente grabado y del que se toma el título de esta obra.
En los demás grabados el autor Hans toma todo tipo de personajes tanto religiosos como de la vida común y sin faltar lo político, los ilustra de una forma de sátira exhibiendo por decir así sus excesos, sus riquezas, su poder y el destino final ante la sorpresiva e inevitable muerte que por siempre a dichos personajes a un lado los acompaña.
Cierto es que la muerte es inevitable en este modo de vida que ofrece la tierra, pero cierto es también que, y aun enfrentando el miedo, lo desconocido, a la muerte se le provoca a diario, se le busca, y en otras se manifiesta súbitamente y sin avisar.
Quizás sea por eso y viéndolo de los dos diferentes ángulos tanto en lo religioso o como esa evolución de la vida misma que todo lo que nace tiene que morir, se demuestra asimismo que, en cualquiera de estas dos formas trágica o natural, las lágrimas se hacen presente, forman parte de ese desenlace.
Final que no tan solo los mexicanos sino todos los seres vivos de este planeta en algún momento verán llegar, sin embargo y aun con el transcurso de los siglos, del cambio de tiempos, de razonamientos y costumbres, lamentable es reconocer que la muerte a los seres humanos les sigue dejando un gran dolor y vacío, al aun no lograr entenderla, respetarla.