Esta semana Rivas reapareció en redes luego de quedarse calladito en el marco de la prisión preventiva justificada que le dictaron por riesgo de fuga y el eventual amparo que le concedió una jueza; pero aunque publique una imagen en la que aparenta estar despreocupado, sabe que no la tiene fácil.
Aunque es hasta el 13 de octubre la fecha más determinante en su destino jurídico, el neolaredense promedio está consciente de que es culpable de las acusaciones de haber comprado a su amigo un terreno a sobreprecio para colocar su centro de convenciones -que incluía un parque acuático- que nunca hizo; además, todos saben que si jalan un hilo, saldrán muchas más irregularidades.
Nuevo Laredo entre el 2016 y 2021 será para muchos un oscuro capítulo en cuanto a inversión de obra pública relevante y hasta el más básico mantenimiento, pues no hubo nada de eso y la ciudad lucía en total abandono, con demasiados socavones, la mayoría de proporciones suficientes para albergar a varios autos y de hecho en más de una ocasión estos se ‘tragaron’ vehículos.
Ya sea en colonia privilegiadas como la Madero o sectores más modestos como en los alrededores del Parque Mendoza, desde personas que iban circulando en sus autos, así como otros que estaban estacionados, pasaron de la superficie de la calle a estar bajo tierra en segundos, algo que incluso le ocurrió a una patrulla de Protección Civil.
Ahí Rivas aplicó la de “el de atrás paga” y heredó a la administración que le sucedió, una enorme necesidad de reparaciones en toda la ciudad, no solo de socavones, sino de toda la infraestructura a la que no le dio siquiera mantenimiento.
Toda esa falta de inversión en sus dos periodos como alcalde, implican que esas cantidades presupuestarias récord, se fueron a todos lados, menos a donde estaban destinados legalmente, pues no se veían en ninguna parte de la ciudad, más que en su casa, pues sin duda combatió la pobreza, pero solo la suya y de sus amigos, además de seguir las órdenes de Cabeza de Vaca que solo iba de gira a los municipios con alcaldías panistas para recolectar dinero que hoy utiliza en calidad de prófugo.
En fin, durante estos poco menos de tres meses, se podrán ampliar las investigaciones para ‘entambarlo’ por uno o más delitos legalmente comprobables, pues ahorita goza de las mieles de poder pagar un amparo con el dinero que robó, pero no tiene asegurada su libertad, pues teme, porque sabe que las debe.