José Ignacio “Iñaki” Zaragoza Ambrosi, presidente de los Agentes Aduanales de Nuevo Laredo, fue mencionado en la columna de Peniley Ramírez para el periódico Reforma, titulada “Una bici de 80 pesos” en la que se pone como ejemplo, además de las bicicletas, como una serie de productos que en la noción popular tienen costos que rondan los miles de pesos, habrían sido importados sumamente baratos, como sofacamas de 5 dólares y aspiradoras de 50 centavos estadounidenses, en los que el encargado de importar esas y otras mercancías fue el mencionado al principio.
Estos productos presumiblemente subvaluados en los documentos de importación, de acuerdo a la columna de Peniley, habrían derivado en una investigación de la Secretaría de Marina y una eventual denuncia en la que se involucran a dos empresas importadoras de productos chinos, Begun importaciones y logística, así como EOM Importaciones, con direcciones en barrios muy modestos, pero sin sitios web u oficinas corporativas visibles; que utilizaron en ambos casos, los servicios del agente aduanal Zaragoza Ambrosi.
La columnista describió la ubicación de una de las empresas importadoras, como “una colonia pobre de CDMX” y, a los precios de los productos como “increíblemente bajos”, además de respaldar su información con fuentes que habrían participado en la elaboración de la denuncia y una copia de esta última.
Esto surge en el marco de que Iñaki, quien además de encabezar la Asociación de Agentes Aduanales, figura como uno de los principales contendientes a liderar su gremio a nivel nacional en la elección que ocurrirá esta semana y eso se menciona también en la opinión editorial de Peniley Ramírez.
Además, en su derecho de réplica, el propio Zaragoza Ambrosi le dijo que no tenía conocimiento de la denuncia, que no ha sido requerido por autoridad alguna y que su agencia aduanal está funcionando sin contratiempos, embargos o procesos administrativos, por lo que el agente aduanal atribuye dicha denuncia a una campaña de desprestigio en busca de impedir que gane la dirigencia de su gremio a nivel nacional, además de mostrar mensajes amenazantes que habría recibido, en el marco de todo esto.
Relata la columnista que envió detalles de la denuncia a Zaragoza, "preguntándole por los precios tan bajos. Me confirmó que las dos empresas señaladas son sus clientes, dijo que es responsabilidad del Gobierno y no de los agentes verificar que los precios no sean subvaluados y añadió que en México 'vivimos realmente problemas más importantes que lo que se puede dejar de cobrar de impuestos por productos basura de China'.
"Sin embargo, otros expertos me explicaron que los agentes sí deben comprobar los precios de los productos, porque parte de su trabajo es coadyuvar con el Gobierno para que se cobren los impuestos que se requieren para cada producto", redactó Peniley Ramírez en su columna del Grupo Reforma.
Si está involucrado o no y si se aprovechó para este momento en particular o si fue solo un intento de sacarlo de la carrera por la presidencia de la CAAAREM (Confederación de Asociaciones de Agentes Aduanales de la República Mexicana), habría de ser determinado por las autoridades, pero sin duda de manera general y seguramente con muchos otros actores, se trata de un problema que existe, pues llama la atención que si bien el cruce de mercancías haya disminuido en los últimos meses, el valor de Éstas se mantenga o incluso haya incrementado, algo que solo se puede traducir en que se estaba subvaluando y ahora que les están poniendo la lupa, han ajustado los precios.
Rivas enfrenta prisión preventiva
El desenlace de Rivas (obviamente no íbamos a dejar pasarlo), fue algo que sí sorprendió, pues si bien en la noción de la mayoría de los neolaredenses, es culpable de lo que se le condenó (ejercicio ilícito del servicio público y uso ilícito de atribuciones y facultades) y más, pero no es tan común que un personaje de ese perfil llegue a estar tras las rejas, pues suelen gozar de una serie de recursos de amparo y esquemas que los protegen, pero este no fue su caso.
Seguramente él mismo estaba confiado de que con dinero saldría avante y se le veía días antes disfrutando de los partidos de los Tecos, posiblemente los últimos para él, porque podría alcanzar una pena de hasta 18 años y ser ingresado hoy o mañana -por considerarlo “riesgo de fuga”- al penal, en donde no hay atenciones como injertos capilares ni los finos licores que suele degustar.
¿Y cuál fue el pecado que lo mandó al bote? podría decirse que la avaricia, pues seguramente recordará su proyecto del “Mega Parque Acuático” y otras ideas muy similares que traía de un centro de convenciones, que implicaban la compra de un enorme terreno por el bulevar Colosio, que adquirió de quien fue su alcalde suplente en la primera administración, Rafael Pedraza y que además habría tenido un sobreprecio, en lo que desde aquel entonces se fue señalando en juntas de cabildo por la entonces regidora Mónica García Velázquez, por triangulación de recursos.