La idea de negar la ciudadanía estadounidense a los niños que nazcan en suelo norteamericano porque el estatus migratorio de sus padres es ilegal, difícilmente prosperaría e incluso si llegara en algún momento a concretarse como una forma de que Trump complazca a sus bases, existe la posibilidad de que se llegue a revertir.
En lo que va de esta administración estadounidense, varias medidas han estado vigente durante solo algunos días y posteriormente se han revertido o modificado considerablemente, como los aranceles a México hace algunas semanas, así que esta podría seguir ese mismo curso, especialmente si se manifiesta un repudio nacional a la iniciativa.
En la mayoría de los países, desde hace varias generaciones se ha otorgado la nacionalidad a quienes nacen en su territorio, sin condición alguna, incluído Estados Unidos, que fue fundado por migrantes.
Aunado a lo anterior, parte de la medida implica que habría que resolver en tribunales el estatus migratorio de muchas personas nacidas en Estados Unidos de padres migrantes indocumentados, lo que generaría una carga importante para el sistema legal del país.
Veremos en que termina esto, pero de entrada, pinta para que solo sea un poco más de esa controversia publicitaria que le gusta al primer mandatario estadounidense.
Esta semana surgieron algunas imágenes un tanto preocupantes atribuidas al Hospital General de Zona Número 11 del IMSS, al que todos conocemos como “La Bandera”, en el que los pacientes se encontraban en los pasillos, algunos sentados en las bancas sosteniendo sus sueros, mientras que otros de plano se estaban en el piso sobre alguna manta.
En dichas imágenes se observa también como otro de los pasillos tiene a personal haciendo labores de intendencia, y si bien este podría tratarse de un incidente “aislado”, muchos opinan que es inadmisible para un hospital.