RÍO REVUELTO

Manejar un tráiler y hablar inglés

Escrito en OPINIÓN el

Ahora que las reglas exigen que los operadores tengan un cierto nivel de inglés, se ha generado entre el gremio una especie de miedo entre quienes incluso tienen alguna noción considerable del idioma, pero también se eleva el cuestionamiento sobre el impacto inmediato que tendrá en el rubro, específicamente en la cantidad de choferes que estarían disponibles para cumplir con la enorme demanda de transporte de mercancías.

Si bien cada gobierno o país está en todo su derecho de establecer las reglas que le convengan, y en este caso la justificación podría incluso sonar razonable; sin embargo, el aplicar esta nueva medida de manera repentina eleva el riesgo de consecuencias para el intercambio comercial.

Los operadores en Nuevo Laredo consideran que apenas una tercera parte de su gremio habla inglés, o al menos cerca de los suficiente para conservar su permiso de chofer, por lo que de entrada, muchos circularán con el temor de que en alguna inspección el oficial considere que su nivel no es el adecuado.

Aplicar esta medida de manera repentina obviamente no da la oportunidad de que los operadores tomen alguna clase de curso exprés enfocado a los escenarios que enfrentan con mayor frecuencia los choferes al circular por Estados Unidos, aunque siendo honestos, posiblemente incluso si se hubiera anunciado con tiempo, se habría dejado para el último.

Claro, desde hace tiempo sonaba la posibilidad de aplicar la medida de una forma tan estricta como en esta ocasión, así que si bien algunos podrían argumentar que hubo tiempo para aprender un segundo idioma, en la mayoría de los países del mundo sólo se requiere que los operadores en su noción, puedan comprender y acatar las leyes de tránsito para la seguridad de todos.

La reparación de las calles es sin duda para el bien de todos, y si bien la mayoría comprende y está de acuerdo con esta parte, hay un aspecto inevitable que es el daño colateral a los negocios mientras se realizan las obras, pues al verse afectado el acceso al establecimiento, la clientela y los ingresos en general descenderán, especialmente si se trata de restaurantes.

Algunos de los dueños de negocios que se ven en esta situación, han sugerido incluso que exista alguna clase de apoyo o indemnización por las pérdidas, en parte por el ejemplo de otras regiones, mientras que otros sólo piden encarecidamente agilizar las obras.