Esta guerra Israel-Irán se enmarca en la lucha de Israel por continuar con el colonialismo de asentamientos, propio de los siglos XV al XIX, mismos que sufrimos en América, África, Asia y la propia Europa.
El colonialismo de Asentamiento tiene diversas variantes el despojo territorial, imposición cultural a través del idioma y la religión, jerarquías sociales donde sólo predomina la raza del invasor y la transformación económica de la región tomada.
El caso israelí es sui generis; visto desde la perspectiva de dos estudiosos de la historia, tiene dos visiones diametralmente opuestas: para Patrick Wolf, historiador Australiano que se dedicó a investigar el colonialismo de Asentamiento como el caso judío/palestino, el estado sionista busca la eliminación de los palestinos o nativos de esa tierra, el desplazamiento o el genocidio de los palestinos, por ello observamos la demolición de los Asentamientos de la franja del Gaza y la muerte indiscriminada de población civil, atacando escuelas, hospitales y mezquitas.
Los antecedentes están a la vista. En 1950 desplazaron pobladores de la Palestina y luego hicieron la Ley de Ausentes para que los Judios del mundo vinieran a colonizar argumentando que las viviendas estaban abandonadas y pudiesen tomar posesión, a esta ley la acompañaron de la Ley de Retornos del mismo año y en 1966 hicieron una ley marcial contra los palestinos.
En 1967 se realiza la guerra de seis días donde Israel derrota a los incipientes ejércitos de Egipto por su oposición al acceso marítimo de Israel al Mar Rojo; se hizo una coalición de ejércitos árabes como Siria, Jordania, Egipto incluido Irak. En esa guerra le quitan a Egipto la Península del Sinaí y Gaza, a Jordania le quitan Cisjordania y Jerusalén Este, y a Siria le arrebatan Los Altos del Golán.
Establecieron el idioma hebreo como lengua oficial de su territorio ocupado y según la organización Peace Now, aprobaron una ley en una Ley de ocupación 2023-2025 para ocupar Cisjordania y el resto de Jerusalén negándose a reconocer a Palestina como un Estado. México por su parte se pronunció a través de la presidenta Claudia Sheinbaum que Palestina tiene derecho a ser un Estado y ser reconocido como nación.
Huelga decir que la ONU se ha pronunciado a favor de Palestina y reconoce a los territorios de Israel como territorios ocupados, pero poco impacto tiene ese organismo en la decisión de políticas en el mundo, se hacen guerras y el Consejo de Seguridad como si nada; ahora estamos al borde de un colapso nuclear y al parecer solo a la buena voluntad y cordura de los líderes mundiales.
El error que comete Israel es sobrevalorar su ejército, siempre financiado por Estados Unidos, que le ha servido de patiño y punta de lanza para un imperialismo de enclave territorial que le ha permitido tener bases norteamericanas en oriente medio, o sea es un aliado que le permitirá sostenerse en un caso de guerra.