El añejo problema de congestionamientos en el Camino a las Minas tiene solución, claro, pero implica cientos de millones de dólares y un sinfín de burocracia, que por ahora se traduce en un proyecto billonario, que según Vanessa Pérez, regidora del Distrito 7 en Laredo y representante del Camino a las Minas, estaría listo con su diseño a finales de año, para que eventualmente pueda materializarse.
Mil millones de dólares suena a mucho dinero como para que sea autorizado, pero es contemplando sus diversas fases; la primera y más viable es el segundo piso desde el puente del Comercio Mundial conectando la carretera I-68 hasta el Killam Industrial Boulevard, que en teoría costaría 300 millones de dólares, financiados por el Departamento de Transporte de Texas, que aún no están asegurados.
Mientras tanto, la segunda parte que suena mucho más complicada y lejana, costaría 700 millones de dólares, para conectar esta arteria a los accesos al Puente Colombia.
Para propios y extraños suena más lógico que el TexasDoT acepte la primera parte por todo lo que representa el tráfico del Puente del Comercio Mundial, como el principal puerto aduanero en las estadísticas de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), al haber acaparado el 36.4 por ciento de la participación a nivel nacional durante todo el 2024 (y claro que se mantiene como líder este año), registrando un crecimiento del 2 por ciento, mientras que Colombia, Nuevo León, sólo acaparó el 5.6 por ciento de las operaciones y además retrocediendo 2.2 por ciento con respecto el año anterior, a pesar de la clara campaña de desprestigio emprendida contra el Puente 3 y Nuevo Laredo, claro, de parte de los neoleoneses.
¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?, que en términos de rentabilidad, toda inversión que se haga al Puente 3 será redituable, pues es el cruce líder y en constante crecimiento, mientras que el Puente Colombia sigue sin figurar, por lo que un proyecto más caro para un apoyar a un cruce en decadencia no suena prioritario para un gobierno.