Cada que hay un accidente en la carretera Mex II revive el coraje y el recuerdo de una increíble corrupción que derivan de forma constante en muerte.
Han pasado años desde que el PRI “palomeó” como concluida la carretera que conduce al Puente del Comercio Mundial y ha resultado inverosímil que a pesar de que estando en el lugar es fácil comprobar que repentinamente uno de los cuerpos viales termina, obligando al tráfico pesado a combinarse en una sola vía de dos sentidos durante algunos kilómetros, en los que se han registrado la mayor cantidad de accidentes y fatalidades.
Esta omisión llegó en tiempos del PRIAN y años después una diputada federal -primero del PRI y luego del PAN que ahora es PRIAN-, dijo que se habían etiquetado nuevos recursos y que la obra sería un hecho, pero los recursos no llegaron y aún le faltan kilómetros de pavimento a esa carretera inconclusa.
Ahora ya hay un proyecto para concluirlo, pero esto básicamente fue el clásico “el de atrás paga” que aplicó el PRIAN, pues a pesar de que era una obra tan necesaria para el comercio y para la seguridad de quienes transitan por ahí diariamente, prefirieron destinar a algo más el recurso que ya estaba etiquetado -por no decir que se embolsaron el dinero- para dejarle a quien siguiera, la responsabilidad de completar la carretera.
Este es el claro ejemplo de que la corrupción es un asunto de vida o muerte, pues en estos años la carretera Mex II ha figurado constantemente entre las principales vías con accidentes mortales de la región, particularmente por sus condiciones que derivan en accidentes frontales entre pesadas unidades de carga, todo porque en cierto punto se combinan dos cuerpos viales en uno solo para ambos sentidos.
Muchas personas terminaron abruptamente sus vidas dejando a familias en el desamparo por esta situación que, si bien está a punto de ser corregida por una administración ajena a la culpable, será siempre un recuerdo de las consecuencias de gobernar desde un escritorio y de forma corrupta, ignorando las consecuencias de sus actos, pues tal vez los responsables poco o nada supieron de lo que provocaron, aunque si acaso tenían una noción y aun así no hicieron nada por corregirlo, sólo habla de los gobernantes desalmados de una administración tricolor y blanquiazul.