Y sigue en aumento. En apenas cinco meses, las aduanas de México han superado todas las marcas conocidas en materia de recaudación. Entre enero y mayo de 2025, los ingresos generados en las 50 aduanas alcanzaron los 593 mil 626.3 millones de pesos, la cifra más alta jamás registrada para un periodo comparable. Se trata de un aumento nominal del 28.5% respecto al mismo periodo del año anterior, y de una validación rotunda de la estrategia de fiscalización y modernización implementada por la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), bajo el liderazgo de Rafael Marín Mollinedo.
Detrás de estas cifras hay una visión clara: recaudar mejor, sin necesidad de aumentar impuestos ni recurrir a una reforma fiscal de emergencia. Como ha señalado recientemente el secretario de Hacienda, Edgar Amador Zamora, el potencial recaudatorio de las aduanas es aún enorme. El comercio exterior representa cerca del 83% del PIB, pero las aduanas apenas aportan el 25% de los ingresos públicos. Aumentar esa proporción no requiere más cargas fiscales, sino mejor control, supervisión y eficiencia operativa.
La digitalización del despacho aduanero, la mejora de los sistemas de control, la profesionalización del personal y el uso de inteligencia fiscal han sido pilares de este avance. Pero entre todos los frentes, uno destaca por su alto impacto y su baja regulación hasta ahora: el régimen de minimis.
El aumento del comercio electrónico ha sido escandaloso en todo el mundo. México no lleva un registro preciso de paquetes de ecommerce como lo llevan Estados Unidos o la Unión Europea. En Estados Unidos, las aduanas reciben un número impresionante de paquetes de comercio electrónico cada año, operando dentro del esquema de la exención de minimis. Según datos oficiales de la U.S. Customs Border Protection (CBP), en el año fiscal 2024 se registraron mil 30 millones de envíos bajo la regla Section 321 (el régimen de de minimis).
Esto representa un promedio de aproximadamente 2.8 millones de paquetes al día, aunque otras fuentes elevan esa cifra hasta los 4 millones diarios, incluyendo modalidades express y correo postal .
Mientras tanto, la Unión Europea maneja cerca de 12 millones de paquetes al día, lo que suma unos 4 mil 300 millones al año. Si bien el mecanismo del de minimis en la UE es más restrictivo (generalmente limitando exenciones a valores por debajo de 150 euros), el volumen demuestra la magnitud del reto logístico y aduanero que enfrentan las autoridades en ambas regiones.
En México no se publican datos tan detallados como en Estados Unidos o la Unión Europea, pero según estadísticas de paquetería y mensajería -que están muy correlacionadas con el comercio electrónico- se entregan aproximadamente 400 mil paquetes diarios, cifra que se mantiene constante en años recientes. Haciendo un cálculo simple, hablamos 146 millones de paquetes al año.
Esto sugiere que México procesa alrededor de 150 millones de envíos anuales a través de correo y mensajería. Sin embargo, hay que considerar algunos factores: esa cifra no incluye todos los envíos internacionales, especialmente los que entran por vía exprés o courier, donde la trazabilidad no siempre se reporta de forma pública; y en nuestro país aún falta una estimación más precisa de cuántos de esos paquetes ingresan bajo exención (valor menor a 50 USD) y qué proporción llevan IVA o aranceles .
Recordemos que los minimis permiten importar mercancías con valor inferior a 50 dólares sin pagar impuestos ni pasar por revisión aduanera. Originalmente diseñado para facilitar el comercio transfronterizo de bajo valor (el e-commerce), hoy se ha convertido en una vía para evadir impuestos, fragmentar envíos y generar competencia desleal. Según datos recientes de Hacienda, el simple control de esta figura ha permitido recuperar más de 9 mil millones de pesos en los primeros meses del año. La principal razón del aumento en la recaudación.
Esto revela dos cosas, que el mismo presidente Trump ha aceptado en Estados Unidos: 1) el volumen de operaciones que pasa por debajo del radar es gigantesco; y 2), la falta de regulación de estos envíos es una amenaza directa tanto para la recaudación como para la seguridad nacional.
Miles de paquetes diarios ingresan bajo el amparo del minimis mediante plataformas digitales, sin control documental riguroso y sin trazabilidad efectiva. Esta puerta abierta ha permitido la entrada de productos subvaluados, falsificados, inseguros, o incluso prohibidos, con escasa o nula capacidad de respuesta inmediata por parte de la autoridad. La amenaza no es solo fiscal: es también sanitaria, económica y legal. Por ello, las autoridades aduaneras del mundo, y en México estoy seguro que no será la excepción, están dándole ahora la responsabilidad de estos paquetes a las plataformas de comercio electrónico y no a los compradores.
Hoy se ha probado que el control al minimis funciona, y se vuelve urgente consolidar una regulación robusta, basada en equidad tributaria, trazabilidad operativa y seguridad comercial. La experiencia internacional es clara: países como Canadá, Alemania o Corea del Sur han reducido sus umbrales o endurecido requisitos. México no podía seguir siendo uno de los pocos que otorgan carta blanca a un modelo que desincentiva el cumplimiento. Otro punto que destacar de la gestión de esta nueva ANAM.
EXPERTO EN COMERCIO EXTERIOR