RÍO REVUELTO

Un Lamborghini corriendo lejos de las pistas

Escrito en OPINIÓN el

Un Lamborghini Huracán Sterrato cuyo precio base es de 278 mil 972 dólares (que equivale a 5 millones 275 mil 716 pesos), no es tan común de ver en esta frontera, pero el que circulaba en Laredo quedó calcinado y partido en dos además de dañar otros tres autos luego de impactarse contra un árbol.

Obviamente para dejar esa estela de destrucción debe haber alta velocidad involucrada y ha abierto de nueva cuenta el debate relacionado a esa comunidad aficionada a las carreras callejeras y como en ocasiones el acceso a un auto deportivo no necesariamente implica tener la pericia para conducirlo, pues si bien pueden romper las leyes de tránsito, no hay forma de evadir las de la física.

En esto hay que considerar que incluso los pilotos que compiten profesionalmente en circuitos acondicionados específicamente para las carreras, con frecuencia se ven envueltos en accidentes, ahora imagínese en calles que no están hechas para las altas velocidades y otros conductores y pasajeros a los que se pone en riesgo, sin duda es la receta para el desastre.

Curiosamente durante el mismo fin de semana se accidentó otro Lamborghini en Allende, Nuevo León, aunque del mismo valor, pues se trata de otro modelo, conocido como “Revuelto”, valuado entre 13 y 15 millones de pesos. Fue un superdeportivo híbrido HPEV (High Performance Electrified Vehicle) de 10 cilindros con tres motores eléctricos de alta densidad y doble embrague; y aunque no quedó totalmente destrozado sino encima de un camellón, el costo de los daños es millonario, tal vez incluso pérdida total, pues a diferencia de un auto convencional, las refacciones y reparaciones no se harían en algún taller mecánico de la región.

El Lamborghini Huracán Sterrato no es el primer auto de super lujo destrozado en nuestra frontera, pues en lo que algunos a nivel nacional consideran como el accidente más caro en este sentido, ocurrió en Nuevo Laredo en septiembre del 2016, cuando un Koenigsegg CCX Custom Vision 2009 de edición tan limitada que apenas y se fabricaron menos de una docena de éstos en todo el mundo, y por supuesto, tenía un elevado costo en dólares equivalente a poco más de 22 millones de pesos de aquellos años.

Mientras la vecina ciudad de Laredo, Texas, incorporó ayer 19 nuevos autobuses impulsados por Gas Natural Comprimido (CNG, por sus siglas en inglés), en Nuevo Laredo vemos como esos autobuses escolares que fueron desechados hace décadas en Estados Unidos, conforman nuestro parque vehícular de Transporte Público.

Claro, la comparación con el primer mundo puede sonar distante, pero no estamos hablando de Nueva York o Los Ángeles, sino de una modesta ciudad texana, además de que también en otros municipios de nuestro México ha sido posible, pero en Nuevo Laredo sigue siendo un sueño guajiro tener unidades climatizadas, a pesar de que en otras ciudades tienen hasta WiFi, pues si bien somos un país en vías de desarrollo, sin duda tenemos para eso y más, pero ha faltado que los empresarios locales que desde hace años acaparan las concesiones, se pongan las pilas.