Desde días antes se hablaba de este escenario, pero ayer comenzó ese episodio de psicosis en el que todos aquellos negocios que tradicionalmente emplean a personas indocumentadas, como construcciones, restaurantes y bodegas, tuvieron menos personal por temor a las redadas del Departamento de Seguridad Interna (DHS) y la Fuerza de Aduanas y Migración (ICE), cuyos operativos fueron oficializados en el sector de Laredo.
Ayer en Laredo este fue el principal tema en redes sociales y grupos de mensajería fueron las redadas, pues mientras a un segmento le preocupaba la deportación en carne propia al no tener un estatus legal, a quienes son residentes o ciudadanos les afectó también porque tanto en restaurantes como otros establecimientos, el servicio no pudo concretarse con normalidad ante la falta personal, no porque se los hayan llevado en alguna de las redadas, sino por el temor estas.
A pesar de que los operativos están enfocados a las personas indocumentadas, todo el fenómeno ha impactado considerablemente el flujo de visitantes, pues si bien los viajeros con visa de turista que no ha excedido su estadía permitida no tendrían de qué preocuparse, por el simple hecho de evitar la incomodidad de una redada, muchos han preferido no cruzar de momento.
Han pasado apenas tres meses y medio desde el arranque de la nueva administración Trump aunque parece que ha transcurrido mucho más tiempo por todo lo que ha estado pasando, entre su impetuosa guerra comercial y ahora la movilización aparentemente masiva contra el sector migrante, que en conjunto están afectando en primera instancia su propia economía.