SOPA DEL DÍA

Una plaza mágica en Nuevo Laredo

Escrito en OPINIÓN el

Basado en el estudio “Promoción del bienestar mediante el rescate de espacios públicos”, de las doctoras Cynthia Lizeth Ramos Monsiváis y Yuritzi Llamas.

¿Y si la felicidad empezara en una cancha de colonia? Por ahí dicen que para cambiar el mundo hay que empezar por casa. Pero en Nuevo Laredo alguien se puso serio —académicamente serio— y decidió empezar por una plaza. Una de verdad: con tierra, encinos y chamacos correteando un balón mientras los adultos echan gritos y porras. Y aquí va el dato duro: todo esto está documentado en un estudio riguroso, publicado en la Revista Dilemas Contemporáneos: Educación, Política y Valores, firmado por la doctora Cynthia Lizeth Ramos Monsiváis en coautoría con la doctora Yuritzi Llamas.

Las doctoras narraron la bonita anécdota en su estudio; con la lupa académica, revisaron literatura para demostrar que rescatar espacios públicos sí mejora el bienestar comunitario y lo hace con método, tablas y estadísticas.

Todo arranca cuando el ayuntamiento entregó una plaza nuevecita a la colonia Los Fresnos. En unos cuantos días se convierte en campo de futbol, aula ambiental y, lamentablemente, escenario de algunos episodios antisociales.

Sin embargo, unos papás visionarios armaron un equipo infantil y ahí comenzó la transformación: el balón empieza a rodar: de 7 a 50 jugadores en seis meses, disciplina incluida.  Aunque el parque empieza a resentir la presencia de muchos niños y basura, poco a poco aprendieron a enseñar a los mismos niños a recoger su basura y la ajena, para salvar su parque. Se creó comunidad.

Paralelamente, otro vecino instaló un sistema de riego por goteo para unos árboles de encino que fueron donados: ciencia aplicada versión colonia.

Lo interesante —y aquí cito la tesis académica— es que este microproyecto cumple con la fórmula del Aprendizaje-Servicio (ApS): aprender haciendo y, de paso, servir a la comunidad. No es voluntariado ocasional; es integrar la realidad al plan de estudios, con créditos y todo, como ya lo hace la Universidad de Burgos en España.

Los resultados positivos no solo se ven en las jugadas. Las autoras explican que según el modelo PERMA de Seligman —emoción positiva, compromiso, relaciones, sentido y logro— la plaza marca gol en cada rubro: niños felices, papás orgullosos, árboles vivos y un barrio que presume su propio pulmón ecológico.

Moraleja: Cuando la educación sale a la calle, la felicidad se pone los tacos -de futbol, los otros para después del partido- y juega de local marcando gol en beneficio de todos. Rescatar un espacio público es sembrar comunidad, y cosechar bienestar.

¿Ustedes qué opinan?