Esta semana ha estado señalada por fechas inhábiles, al menos en las escuelas, en ocasión el Día del Niño, del Trabajo, de la Batalla de Puebla, (más sábado y domingo) conformando un largo puente de descanso, y aún faltan el Día de la Madre y el del Maestro, este mes.
En el largo listado de días y semanas internacionales, llaman la atención, por su curioso significado, los siguientes: Día Mundial de las Legumbres (10 de febrero); Día Internacional de la Felicidad (20 de marzo); Día del Juego Limpio (19 de mayo); Día de la Papa (30 de mayo); Día de la Bicicleta (3 de junio); Día de los Refugiados (20 de junio); Día de las Viudas (23 de junio); Día de la Luna (20 de julio); Día de los Tambores Metálicos (11 de agosto); Día del Leopardo de las Nieves (23 de octubre); Día Mundial del Retrete (19 de noviembre) y de manera insólita, también está registrado el Día del Pirujo, el 15 de julio.
Habrá que instituir, tal vez, el Día del Día de… para que cada quien contribuya con el motivo que mejor le apetezca. Por ejemplo, si de gente perezosa se tratara, se podría implantar del Día del Desechable, para estar a tono con los tiempos actuales en los que se desechan por igual servilletas, pañales y parejas amorosas.
-El Día del Zapato podría representar una satisfacción para quienes son fanáticos del calzado y no ponen objeción a los precios de su venta, así se trate de unos Prada o de unos modestos Nine West. Para los habitantes de los pueblos marginados, quienes aún caminan descalzos, este podría anotarse como el Día de un Anhelo Insatisfecho.
-El Día del Gordo ya no puede celebrarse, porque el adjetivo recae en el inventario de palabras suprimidas en el vocabulario milenial, que considera ofensivo un antiguo mote con alcances de cariño. Por lo tanto, se inutilizan también: el Día del Cuatro Ojos, para las personas que utilizan gafas; el del Huevo de Pava, para los que tienen pecas; Pinochento, para los de nariz larga;y desaparecen los afectuosos términos: morena, chata, flaca, chaparra, con sus versiones en masculino.
-El Día del Conchudo no se referiría precisamente a los que recolectan conchas en las playas para confeccionar artesanías, sino a los flojonazos que se aprovechan del trabajo de los demás. Cabe el temor de que este sea declarado día imprescriptible e inamovible de la Nación.
-El Día del Tequila debe observarse de manera permanente. Un caballito diario antes de comer, regula la digestión, controla el desarrollo de la artritis y hace felices a quienes lo degustan.
-El Día del Amigo-Enemigo, más frecuente entre personas del género femenino, sugiere celebrarse con toda clase de simulaciones y falsedades, mientras se recorre con la vista el peinado y el ajuar de la amiga-enemiga, misma que corresponderá equitativamente a las muestras de afecto-desafecto que se brinde.
-El Día del Huevo, para regodeo de los diletantes de los omelettes, tortillas españolas, pochados, rancheros, motuleños, y demás variedades gastronómicas. Aunque también quedaría al calce de los empleados municipales colectores de basura de la ciudad de Mérida, porque les da huevonería recoger más de dos bolsas empacadas y cerradas.
-El Día del Divertimento Personal, para confeccionarse a la medida, fuera de toda acción rutinaria. Por hoy, al redactar esta nota he pasado un rato animadísimo, tratando no quedar relegada de la moda“de los días de los días” que han transcurrido y están por venir.