PASADIZO SECRETO

Vejez y salud, un gran desafío

Escrito en OPINIÓN el

El conservar la salud es primordial, pero el mantenerse saludable sí que genera mucho gasto económico en cualquier etapa de la vida, más en esta época moderna en donde se aprecia una población más longeva, fenómeno que genera entre la vejez y salud, un gran desafío.

Desafortunadamente México se observa como un país enfermo, pues sus pobladores de ambos sexos y casi en igual proporción, sufren de constantes dolencias que se “aguantan”, enfermedades que en su mayoría terminan y por lo mismo en cirugías, estado permanente de discapacidad o defunciones.

Pues desde esa simple caries que inicia a temprana edad y al ser mal o no tratada se convierte en una pérdida dental, por igual ese dolor abdominal hasta o como consecuencia de lesiones producidas por accidentes o actos delincuenciales merman la salud, la vida de todo ser humano.

A nivel nacional ante este cuadro de enfermedades y lesiones los mexicanos se encuentran de cara a un panorama nada halagador, pues el pobre o la misma gente trabajadora de bajo salario accede tan solo a la salud pública, y el rico y aunque tiene, sufre de igual modo al enfrentarse a un sistema privado demasiado oneroso.

Pero quizás la etapa más crítica en estos asuntos de la salud la vivan los adultos mayores, al estar prácticamente en situación de vulnerabilidad muchos al ya no tener familiares que los asistan, o que tristemente han sido “olvidados” por sus seres queridos más cercanos.

Por supuesto el factor más importante en ellos sería el dinero, esto para pagarse los servicios médicos necesarios, dinero que en realidad no se tiene suficiente como para solventar situaciones repentinas que agraven su salud.

En consecuencia “reviran” y como ya es costumbre hacia la medicina pública, en donde adicionados hacia el Seguro Social, el Issste, los hospitales generales, el centro de salud reflejan fallas como esa falta de médicos, medicamentos y suficientes camas para recibirlos.

Y en Nuevo Laredo el comportamiento de la medicina pública no esta tan alejada del espectro nacional, al verse y comprobarse que las deficiencias en este tipo de hospitales, no están acordes a lo que la población en general les demanda.

Ante esto bueno sería el preguntar, ¿Acaso no existe una autoridad que regule, exija o marque los niveles de atención hospitalaria?, o de existir, su constante omisión demuestra entonces que poco importa lo que demanda la población en cuestiones de acceso y calidad a la salud.

Cierto la carga hospitalaria en la red de salud pública es enorme, pero cierto es también que ante este fenómeno que se incrementa año con año, se visualiza un claro estancamiento en todos los aspectos, al no verse esa compensación y distribución acorde y de ningún tipo, ni en cuestiones de construcción de nuevas unidades médicas que aligeren el alta poblacional enferma.

México es un “adicto” a las leyes y reglamentos, por igual a las estadísticas, pues para ofrecer un beneficio, se anteponen infinidad de artículos, de requisitos a llenar y cumplir para acceder en este caso a la salud pública.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos lo aclara y bien en su artículo 4 en donde se indica que todos tienen derecho a la protección de la salud, de igual modo manifiesta el acceso a los servicios de salud.

La Ley General de Salud en su artículo 77 Bis 1 refiere que todos tienen derecho a ser incorporados al Sistema de Protección Social en Salud, y el Bis 3 del mismo artículo manifiesta que los que no sean derechohabientes de las instituciones de seguridad social, serán incorporadas al Sistema de Protección Social en Salud.

Retomando el caso de la población anciana, es alarmante la cantidad de personas en edad senil que mueren en sus propios domicilios a falta de medicamentos y atenciones para su salud, comprobar que en todos los rincones de México la situación de respuesta de atención medica hacia ellos es la misma.

Al igual que infinidad de esas leyes y reglamentos que regulan la salud, existen por igual otra enorme cantidad de programas que se crean para mejorar en las próximas décadas todo este tipo de deficiencias, sin embargo, triste es reconocer que nunca logran sus propósitos al ser abandonados o de plano al no obtener los apoyos para lo mismo requeridos.

De tener “suerte” muchos llegaran a una edad en donde se tenga que depender de terceras personas para sobrevivir, la vejez pesara enormemente entre sus vidas, las enfermedades se manifestaran una tras otra, lo triste de esto es, que cuando se tuvo la fortaleza, cuando se tuvo la forma de cambiarlo todo para disfrutarlo después, eso nunca sucedió.