En el 2021, Cabeza de Vaca inauguró el puente o paso elevado de Bulevar Aeropuerto y Avenida Monterrey, y tres meses después, ya presentaba un avanzado deterioro y requería rehabilitación; hoy en día, a pesar de que aún podría considerarse como “nuevo”, pues no ha cumplido siquiera el lustro, ya requiere algo más que una “manita de gato”, más bien un “zarpazo de tigre”, para poder reparar los daños estructurales que fueron detectados.
Para esto será necesario invertirle al menos 31 millones 710 mil pesos de recursos de Caminos y Puentes Federales (Capufe) para que sea seguro para el tráfico pesado y ligero que circula constantemente por esa transitada vía.
Desde un principio el paso elevado enfrentó fuertes cuestionamientos, no porque no tuviera utilidad, sino porque había otras prioridades que no se atendieron en su momento por gastar en esa obra que evidentemente no se edificó con la mejor de las calidades.
A pesar de ser una de las pocas obras entregadas por Cabeza de Vaca a Nuevo Laredo y, posiblemente la más notoria, resulta que ni siquiera eran recursos estatales, sino del fideicomiso del Puente 3, que manejaba a discreción y en opacidad.
En precios del 2021, esta obra costó 79 millones y durante el proceso hubo múltiples quejas de tardanza y otras molestias, ahora, deben invertirle el 40 por ciento de su costo inicial para repararlo, pues como ya está hecho, no se puede quedar así.
Cabeza de Vaca es para Nuevo Laredo sinónimo de corrupción y de puras fallas, pues quedó también en su historial la rotonda de la carretera Piedras Negras y Bulevar Norponiente, que no fue concluida en su sexenio ni transferida con recursos etiquetados al siguiente, simplemente se gastó el dinero y pasó la responsabilidad a la siguiente administración.
Por cierto, esa rotonda también ha sido muy cuestionada por propios y extraños, pues lejos de brindar algún beneficio, desde un principio pintaba para entorpecer el tráfico en lugar de funcionar como una solución vial.