COMPARTIENDO OPINIONES

La entrevista

Un día, un periódico encargó a dos reporteros para que tomaran una opinión acerca de Dios y les pidió que fueran objetivos en sus entrevistas; uno de ellos entrevistó al diablo y transcribió lo que dijo...

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Imaginemos esta pequeña historia. Un día, un periódico encargó a dos reporteros para que tomaran una opinión acerca de Dios y les pidió que fueran objetivos en sus entrevistas. Uno de ellos entrevistó al diablo y transcribió lo que dijo. El otro, averiguó la opinión a un ángel y también redactó sus respuestas. Ambos le presentaron los trabajos al editor, quien, obviamente quedó confundido ante opiniones tan diversas. ¿Cuál sería la correcta?

Eso pienso ante las opiniones que encontramos sobre el nuevo Papa León XIV. Aún desde antes del cónclave, las opiniones, los estudios, ¡hasta la poliquetería!, ocuparon sendos espacios en las redes sociales, donde la atención se ha centrado, como es fácil imaginar, en las más descabelladas.

Lo mismo ha ocurrido ahora que se conoce el elegido. Las redes sociales se inundaron de las opiniones más diversas sobre la persona del nuevo Papa, desde agnósticos que pretenden dar clases a los creyentes sobre su manera de gobernar la Iglesia. O bien, ideologías que exigen ser bendecidas y aceptadas a pesar de la incompatibilidad con la doctrina católica; de reducir la doctrina de la Iglesia a una ONG. O de buscar bendecir el relativismo justificando cualquier conducta en el cual, la mediocridad se evidencia como correcta. Es como si se buscara guiar la enseñanza de la Iglesia según los criterios de la deshumanización, y no como debe ser: ayudar a que la humanidad siga el camino correcto, que no siempre es el más fácil. Esto lo resume muy bien el artículo 1º de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “(Los seres humanos) están dotados de conciencia y de razón, deben comportarse fraternalmente unos con otros”, algo que la Iglesia ha predicado siempre y que propone la enseñanza del Espíritu Santo para guiarlo, no porque se sienta superior, sino porque esto es su misión. 

En su primera homilía, el Papa dejó en claro su postura: “Hoy también son muchos los contextos en los que la fe cristiana se retiene un absurdo, algo para personas débiles y poco inteligentes, contextos en los que se prefieren otras seguridades distintas a la que ella propone, como la tecnología, el dinero, el éxito, el poder o el placer”.

“Hablamos de ambientes en los que no es fácil testimoniar y anunciar el Evangelio y donde se ridiculiza a quien cree, se le obstaculiza y desprecia, o, a lo sumo, se le soporta y compadece. Y, sin embargo, precisamente por esto, son lugares en los que la misión es más urgente, porque la falta de fe lleva a menudo consigo dramas como la pérdida del sentido de la vida, el olvido de la misericordia, la violación de la dignidad de la persona en sus formas más dramáticas, la crisis de la familia y tantas heridas más que acarrean no poco sufrimiento a nuestra sociedad.

“No faltan tampoco los contextos en los que Jesús, aunque apreciado como hombre, es reducido solamente a una especie de líder carismático o a un superhombre, y esto no sólo entre los no creyentes, sino incluso entre muchos bautizados, que de ese modo terminan viviendo, en este ámbito, un ateísmo de hecho.

“Este es el mundo que nos ha sido confiado, y en el que estamos llamados a dar testimonio de la fe gozosa en Jesús Salvador. Por esto, también para nosotros, es esencial repetir: ‘Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo’”.

Volviendo a la idea inicial ¿con cuál opinión quieres quedarte? ¿La de los errores o de la verdad? Es fácil señalar los errores que muchos han dado a través de la historia. Pero, allí no está la verdad, sino en los muchos –más de lo que nos imaginamos-, han sido testigos de la Verdad. Que nuestra postura sea a favor de la Vida y de la Verdad. En ello, como siempre, usted tiene la ultima palabra.

Padreleonardo.hotmail.com