Mucho se ha hablado de la existencia de una misteriosa isla en territorio mexicano, conocida como la Isla Bermeja, en donde aparentemente ocurrieron muchos acontecimientos e historias que, sin embargo, no han podido ser confirmadas. Incluso hay libros escritos al respecto muy interesantes. La isla Bermeja apareció por primera vez en los mapas antiguos desde el siglo XVI y según el historiador y cartógrafo Michel Antochiw Kolpa, uno de los primeros mapas en que se encuentra la isla Bermeja data del siglo XVI y pertenece a la cartografía portuguesa. Se trata del mapa de Gaspar Viegas, del año 1535, conservado en el Archivo di Stato, en Florencia, Italia. Después, en 1544, aparece un mapa de Sebastián Caboto, salido del interés sevillano pero impreso en Amberes, en el que se consigna la existencia de la isla Bermeja, la isla Triángulo, la isla Arenas, la isla Negrillos y el Arrecife Alacranes. Así, afirmó el cartógrafo Antochiw, desde mediados del siglo XVI se nota la representación sistemática de las islas de la Sonda de Campeche en los mapas de diversas escuelas de cartografía, como si fueran fotocopias de la versión portuguesa.
Pero no es sino hasta el principio del siglo XVIII cuando se advierten cambios significativos en la cartografía del Golfo de México. Ya en los mapas de la Nueva España de Antonio de Alzate y Ramírez (1772) no aparece ninguna isla al norte de Arenas. Entre 1804 y 1805, Ciriaco de Cevallos, por cuenta de España, realizó levantamientos cartográficos de la región, no encontrando ni la Bermeja, ni los Negrillos. Refiriéndose a la Bermeja Ciriaco de Cevallos dijo que esta isla que se sitúa en todas las cartas era de muy dudosa existencia ya que Miguel de Alderete y Andrés Valderrama (cartógrafos de la corona española) no pudieron verla. En el siglo XIX y principios del XX, se la muestra reiteradamente en mapas que tuvieron carácter oficial o fueron editados por o bajo la supervisión del gobierno de México, pero que se conozca ninguna verificación marítima fue realizada en la región.
A finales de la última década del siglo XX y en la primera del siglo XXI, se desató una intensa discusión pública provocada en buena medida por declaraciones de funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México ante el Senado de la República, en el sentido de que la isla si hubiera existido pero que se había “hundido” y desaparecido. A raíz de esto, actores políticos mexicanos hicieron denuncias ante los medios de comunicación, y aunque desde el siglo XVI se incluyó como parte el estado de Yucatán en mapas nacionales e internacionales, a partir de 1920 ya no es tomada en cuenta como territorio nacional mexicano y en la actualidad físicamente no se encuentra o se oculta su información por diferentes autoridades y entidades gubernamentales según el senador Luis Coppola Joffroy.
Sin duda alguna muy interesante la historia de la Atlántida mexicana. Hasta pronto.