El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que había autorizado una pausa de 90 días para la imposición de los aranceles más altos a decenas de países, al tiempo que impuso un aumento de los aranceles a los productos chinos al 125%. En un mensaje en su red social Truth Social, Trump informó que había reducido los aranceles que anunció la semana pasada a uno del 10% universal para todos los países. Esto no afectará a México y Canadá, que anteriormente habían sido eximidos de los gravámenes “recíprocos” anunciados por el presidente estadounidense. Por otro lado, se mantienen los aranceles a los automóviles, el acero y el aluminio anunciados por el presidente hace unas semanas, que sí afectan a los productos mexicanos y estadounidenses. Tras el anuncio de Trump, Wall Street registró incrementos históricos, con el índice S&P 500 cerrando con un alza del 9.5%, el Dow Jones del 7.8% y el Nasdaq del 12.1%.
La imposición de los aranceles la semana pasada había provocado en los últimos días el desplome de los mercados bursátiles mundiales, la caída del precio del dólar y una venta masiva de bonos estadounidenses, lo que complicó el financiamiento de la deuda del gobierno. Trump dijo en su mensaje que su decisión de pausar la imposición de aranceles se debió a que representantes de 75 naciones se habían comunicado con su gobierno para negociar una solución a los temas que se discutían en referencia al comercio, las barreras comerciales, los aranceles, la manipulación de divisas y los aranceles no monetarios.
Por otra parte, fabricantes de automóviles congelan importaciones mientras miles de autos se quedan atrapados en puertos de EU. Los fabricantes de automóviles han detenido los envíos o han adoptado un enfoque de esperar y ver en caso de que Trump cambie de rumbo. El desbordamiento de los puertos estadounidenses revela cómo los fabricantes de automóviles se están preparando para importantes consecuencias arancelarias. Audi y Jaguar Land Rover han pausado sus envíos a Estados Unidos en medio de crecientes temores sobre los impuestos a las importaciones. Algunos fabricantes de automóviles están desviando las importaciones a depósitos aduaneros para retrasar el pago de aranceles.
Puede que la guerra comercial haya comenzado como un tema de actualidad, pero sus efectos dominó están ahora aparcados, literalmente, en los puertos de todo Estados Unidos. Provocadas por la agresiva estrategia arancelaria del presidente Donald Trump, las consecuencias no solo han sacudido el mercado bursátil con picos y caídas impredecibles; también ha obligado a los fabricantes de automóviles a reconsiderar seriamente cómo operan en los EU.