Este fin de semana se llevó a cabo el tercer informe de gobierno de Américo Villarreal Anaya, gobernador de Tamaulipas, y en esta ocasión hay que interpretar el resumen de actividades de este trienio transcurrido como la mitad del camino de esta primera administración de la 4T en la entidad.
En su discurso no podía faltar una mención especial para el aspecto económico de la entidad, que en esta administración quedó a cargo de la secretaria de Economía, Ninfa Cantú Deándar, cuya labor ha traído desde el apoyo integral a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), hasta capacitaciones, asesorías empresariales y el impulso de la marca “Hecho en Tamaulipas”.
De alguna manera, para entender el momento que vivimos hoy en día en la entidad, hay que recordar también que los tamaulipecos pasamos antes un sexenio que la historia guardará como un oscuro episodio, de aquella ocasión en la que el estado tuvo al frente de nueva cuenta a un criminal, pero con acusaciones de haberse enriquecido mucho más que los anteriores.
Francisco García Cabeza de Vaca tiene hasta la fecha acusaciones formales de la FGR en su contra, sin embargo, aprovechando sus recursos y el sistema de justicia, ha sobrevivido entre amparos y su estatus de prófugo.
Desde campaña, la imagen recurrente de un Cabeza de Vaca de 19 años -en 1986- detenido por la policía de McAllen por robo a mano armada, parecía ser suficiente para entender su perfil, pues aunque muchos merecerían una segunda oportunidad, él nunca mostró señales de haberse reformado, sino transformado ahora en un ladrón de cuello blanco, pero con el mismo estilo burdo y ruin que lo tienen de nueva cuenta en la mira de la ley.
Su historia no trata de un par de tropiezos, sino de un estilo de vida inclinado al crimen y la avaricia en la que la vida de los demás no es importante para él, tanto que durante su gobierno todo progreso se detuvo, pues estaba concentrado en defenderse del desafuero y por supuesto, beneficiarse del erario.
A pesar de que aún no lo vemos tras las rejas, hoy los tamaulipecos podemos decir que los tiempos de Cabeza de Vaca quedaron atrás, aunque intentó protegerse dejando varios mecanismos y funcionarios instalados, que poco a poco han tenido que irse removiendo para que no quede el más mínimo legado de ese oscuro personaje.