Es frecuente que en los periódicos aparezcan noticias curiosas que, aparte de ser una buena anécdota, tiene muchos puntos que podríamos comentar.
Imagínese que usted fuera el afortunado ganador de un Lamborghini. Probablemente que se sentiría una persona sumamente afortunada. No siempre es asi, para ello, vea esta noticia publicada en un periódico europeo:
“Hay regalos que, en ocasiones, acaban suponiendo un problema para quienes lo reciben. Y eso mismo es lo que le ha ocurrido al fan de Shakira que obtuvo como regalo de la cantante un Lamborghini Urus totalmente personalizado del que, seis meses después de recibirlo, asegura que se plantea deshacerse de él debido al alto coste de mantenerlo”.
Todo comenzó cuando la artista decidió comprarse este coche totalmente personalizado, con carrocería de color morado y un interior pistacho y blanco, simbolizando así la libertad individual que comenzaba a experimentar tras su separación del futbolista Gerard Piqué.
El coche fue sorteado entre todos aquellos ciudadanos mayores de 18 años que se inscribieron en una web creada para la ocasión. De todos ellos, Michael Mejía fue finalmente el afortunado, pero la alegría del principio parece haberse convertido en un quebradero de cabeza para hacer frente a los gastos que conlleva. Y eso que ha confirmado que la propia cantante le dio incluso 90 mil dólares para hacer frente a todo ello.
“Shakira me dio 90 mil dólares para cubrir los gastos del coche, impuestos, transferencias, los vuelos para recogerlo, el mantenimiento y el seguro. Llevo gastados 95 mil dólares incluyendo el pago del seguro por seis meses, pero después tendré que seguir pagando 2 mil 500 dólares mensuales”, ha explicado Mejía, quien busca vender el auto lo más pronto posible.
El valor del desprendimiento consiste en utilizar correctamente los recursos sin apegarse a éstos e invita a poner los bienes propios al servicio de los demás. El desprendimiento ayuda al ser humano a superar el egoísmo y a salir de la esfera de cristal que ocasiona la indiferencia. Por añadidura, es un valor que promete paz interior, lo que hace vivir en un estado apacible sin basar la propia felicidad en lo que se tiene o no se tiene: el valor del desprendimiento nos enseña a poner el corazón en las personas, y no en las cosas.
Adicional a esto, el desprendimiento permite ver las penurias de los otros -el apego nubla la realidad- y provee la sensibilidad para reconocer que siempre habrá alguien con más carencias, no necesariamente materiales. El desprendimiento no se enfoca únicamente en objetos, sino que abarca incluso recursos que no se pueden tocar, como conocimientos, cualidades y habilidades que muchas veces nos cuesta trabajo poner a disposición de las personas, porque toca nuestro descanso, gustos, preferencias y comodidades. Esta actitud de vida nos exige una revisión constante para dejar de ser el centro de nuestras atenciones y poner a los demás en él
Es aquí donde decimos que este valor se ocupa de demoler el individualismo en la humanidad.
Desde luego es necesario el sustento económico para sacar adelante la familia, para trabajar con eficacia, para llevar una vida digna y construir un futuro estable. La dificultad surge cuando se hace del dinero y de las cosas que se poseen, un ídolo a quien adorar.
Tomemos la actitud correcta ante aquello que no vale la pena conservar que empobrece nuestra humanidad. Pero en ello, como siempre, usted tiene la última palabra.
Padreleonardo.hotmail.com