EL INQUISIDOR

Oposición bellaca

Escrito en OPINIÓN el

La oposición en México no aprende, es de bajo nivel, a pesar de la derrota estrepitosa sufrida en la elección pasada 2 a 1, con pésima candidata en la persona de Xochitl Gálvez, sus métodos de hacer política son bastante errados, es oponerse a todo per se, no se dan cuenta de que su error es el aliarse al gran capital defendiendo lo indefendible.

Considerando al ciudadano mexicano como un menor de edad, por lo tanto no cuenta mas como generador de votos, aún piensan que con dinero o coacción se  puede obligar a ladear una elección a su favor. No superan que su esquema de hacer política y engañar al ciudadano ya feneció.

Cambiaron los instrumentos de hacer política al nacer las redes sociales y el avance de la cibernética, el período de sojuzgamiento del poder político y económico a favor del neoliberalismo 1982-2016 acabó con la asunción de AMLO. Aún recordamos como las vacas sagradas del periodismo se partidizaron y trabajaron para la oposición, generando mentiras y engaño para desacreditar cualquier acción de gobierno, haciendo el ridículo y perdieron credibilidad, al grado de ser desechados por sus propias empresas por bajo rating.

Lo peor, el Poder Judicial perdió su esencia imparcial y pasó a formar parte de la lucha por el poder abiertamente en defensa de la oposición; a ello se le sumaron los organismos constitucionales autónomos, amparándose para bloquear las reformas constitucionales para nacionalizar los recursos naturales de la nación y favorecer a los extranjeros en aras de la libre competencia.

Lo que no les queda claro es que su función como partidos políticos es apoyar al pueblo de México y a la nación para crecer y generar políticas sociales que generen bienestar ciudadano. Cero propuestas, nada de contenido en sus participaciones, discursos gastados enfocados a denostar a sus contrapartes en el poder.

Repiten incansablemente discursos previamente prefabricados por sus dirigencias, los cuales bajan a todos sus comités estatales y municipales para su réplica en las entidades federativas; de por sí las dirigentes nacionales son bastante malos, en los estados y los municipios los políticos en su generalidad son de baja estatura política y generan réplicas aún peores.

La idea equivocada es que, manteniéndose constantemente en el escándalo, a través de la crítica per se o la diatriba los mantendrá en el ánimo de los electores, pero es al revés, se desacreditan más.

Lo sucedido a la Presidenta de México donde se le acusa de ser narcopolítica, no tiene ningún fundamento legal, denostar su trabajo en favor de México, llamarle encargada del gobierno, como si ella fuera empleada del poder tras el trono, no tiene nombre; estamos en días aciagos, donde nuestra nación está en peligro económico y nuestra soberanía amenazada por el detentador del gran garrote.