LAS COMPRAS NAVIDEÑAS de último momento son con frecuencia atribuídas a la desidia que a su vez asociamos a la cultura mexicana de aplazar tanto como sea posible los pendientes. Sin embargo, no siempre es el caso de los trabajadores, sino de sus empleadores que empujan el cumplimiento del pago del aguinaldo hasta la fecha límite, que este año sería el sábado 20 de diciembre.
Claro, no quiere decir las empresas lo hagan con malicia, pues ahí habrá algunas que enfrenten dificultades para reunir el recurso para cumplir con esta prestación para todo su personal, claro, algunos más serían por problemas administrativos de otro tipo o simplemente lo que comentábamos al principio de dejar todo para el último momento posible.
Los empleados que gozaron con antelación de parte o la totalidad de sus aguinaldos, pudieron adelantar sus compras y de alguna manera tener más opciones, pues quienes tienen el recurso un fin de semana antes de Navidad, enfrentarán retos como saturación de tiendas (porque muchas empresas pagan esta prestación hasta el plazo) y sobre todo, menos variedad de mercancía; incluso pocas ofertas.
Obviamente el fenómeno de las tiendas llenas ocurre también en otros países que no tienen el aguinaldo como prestación obligatoria en sus leyes laborales, así que hay otras circunstancias culturales y tal vez hasta de la condición humana en eso de decidirse hasta el final lo de ir a adquirir regalos.
MIENTRAS que en muchas tiendas se percibía esa saturación de compradores desesperados por cumplir su lista de regalos, bajo el Puente Internacional número II activaron casetas adicionales ante el enorme flujo que arreció este, que es el fin de semana más cercano a la Navidad, mientras que en el lado mexicano, específicamente los patios del Ciitev, lucieron llenos también con la llegada de paisanos que regresaron para pasar las fiestas de fin de año en nuestro país, donde aún residen sus familias y su origen.