RÍO REVUELTO

26 de diciembre, el comienzo de los biométricos en EU

Escrito en OPINIÓN el

LA CARAVANA que abarca a miles de paisanos llega hoy a Laredo para partir durante la madrugada del miércoles, rumbo a Querétaro, aunque obviamente muchos de estos tienen sus destinos en otros estados, la mayoría en el trayecto a dicha entidad.

Muchos de ellos encontrarán algunos cambios al regresar a Estados Unidos a principios de enero, con las nuevas reglas de biométricos al entrar y salir del país, lo que afectará en gran medida a los residentes.

Más que los paisanos, de manera particular se verán afectados los fronterizos que no tienen la ciudadanía, sino una residencia permanente o aquellos que cruzan con visa, ahora deberán responder cuestionamientos que antes no enfrentaban.

Por un lado los residentes, que deben de vivir en Estados Unidos y no en México, pues eso de ganar dólares en un lado y gastarlos por conveniencia en el otro, que es más económico, de alguna manera atenta contra sus políticas, claro, existe el permiso denominado “commuter”, aunque si bien estos tienen privilegios, también se enfrentan a estar renovando constantemente su permiso y mantener su empleo.

Sin duda los más afectados a partir del 26 de diciembre serán quienes cruzan con visa de turista diariamente o que permanecen de lunes a viernes y regresan el fin de semana a México, pues en el primer caso difícilmente les harán válido el argumento de que todos los días va de compras, aunque hasta ahora se los hayan pasado, pues definitivamente no es que no tuvieran forma de enterarse, sino que hay un cambio de criterio.

Y quienes se pasan toda la semana del lado americano, enfrentarían la regla de no pasar más de 72 horas en Estados Unidos, a menos que estén vacacionando, de turismo, etc., y si bien uno puede pasarse un tiempo de shopping en Laredo, no habrá forma de explicar que todo el año estén cinco días en territorio norteamericano y dos días en México, pues evidentemente el modus vivendi está en donde se ubiquen más tiempo.

Esto no es una crítica de nuestra parte, sino una descripción de cómo pretende la actual administración estadounidense enfrentar y deshacerse de un segmento que por años ha conformado de esta manera sus ingresos.

TAMBIÉN habría otro segmento, cuya proporción es desconocida aún, que será la de los “autodeportados” que podrían aprovechar el movimiento para regresar a México de manera permanente y con gran parte de sus pertenencias.

Para ellos hay un programa especial que les permite importar los bienes que traigan consigo sin pagar los impuestos que alguien en otras circunstancias devengaría, y aunque algunos entes gubernamentales en Estados Unidos han hablado de un posible éxodo de autodeportados, aún es incierto cuántos optarían por rendirse y regresar por su cuenta a México, antes de ser expulsados por la fuerza.