NUEVO LAREDO ha sido objeto constante de ataques mediáticos y calumnias por parte del vecino estado de Nuevo León en busca de desprestigiar nuestro cruce y beneficiar el suyo; sin embargo, con todo y eso, en materia de recaudación, operaciones, valor de mercancías, pedimentos, etc., hay una distancia enorme entre ambos puertos.
Sin duda lo que más importa es lo que recauda y, comenzado con eso, Nuevo Laredo acaparó el 47.1 por ciento de la participación en las aduanas fronterizas, ocupando -obviamente- el primer puesto, mientras que Colombia, apenas abarcó el 6.9 por ciento.
Esa distancia que se replica en proporciones similares en los otros rubros, deja en claro que simplemente ese cruce, que si bien puede tener un lógico crecimiento que ocurre en la mayoría de los puertos, no está cerca aún de competir contra el Puente del Comercio Mundial de Nuevo Laredo.
Luego de una intensa campaña mediática, los regiomontanos le dieron una oportunidad al puente de Colombia hace algunas semanas, sólo para enfrentarse a un doble cobro de peaje y kilométricas filas que dejó en claro, que carece de la infraestructura para manejar grandes volúmenes, además de la incomodidad de ingresar por área rural a Estados Unidos, teniendo que viajar más de media hora para llegar al área conurbada y comercial de Laredo o en su defecto, un tramo considerable para incorporarse a la carretera interestatal, por lo que al final, no representa algún beneficio superior, sino que es y seguirá siendo, sólo una alternativa, pero no el cruce titular.