En los últimos años, todo informe, recuento o anuncio de proyectos federales, incluyen a nuestra ciudad y este fin de semana Sheinbaum nos trajo la novedad de que el proyecto del tren de pasajeros México-Nuevo Laredo, que creímos simplemente se llamaría así, llevará el nombre de Tren del Golfo de México.
Obviamente, las reacciones hicieron referencia inmediata a una especie de contestación a la postura del presidente Donald Trump de llamarle Golfo de América a esa formación o región.
Mientras que el mandatario estadounidense busca que internacionalmente se le reconozca de esa manera y no como Golfo de México, que por años ha sido la usanza internacional, restregar un nombre así, sin duda es una postura interesante de nuestro país.
Si bien puede parecer algo infantil pelear por un nombre, en la esfera política tiene otras connotaciones.
Mientras tanto, los fronterizos estamos acostumbrados a que del lado mexicano le llamemos río Bravo y los mapas estadounidenses lo conozcan como “Rio Grande River” al mismo curso de agua, sin que esto represente un conflicto.
Hace tres años decíamos que las reservas de La Amistad no eran tan buenas, pero hoy en día con casi la mitad de agua que teníamos entonces, podemos ver con claridad que entre los trasvases y la falta de lluvia, esa recuperación no ha sido posible, pero a esto se suma el tema del saqueo desmedido.
Para finales del 2022, la presa tenía hasta 46 por ciento de su almacenamiento, pero hoy con todo y que se ha recuperado un poco en las últimas semanas, apenas y alcanza un 25 por ciento.
Y es que el secretario de Recursos Hidráulicos en Tamaulipas ha señalado que las acciones de unos cuantos, han evitado que el agua de las lluvias pueda seguir su camino de manera adecuada hacia la presa, pues antes de que esto suceda, está el saqueo de particulares.