El crecimiento de Nuevo Laredo ha sido un tanto desmedido en ciertos momentos de nuestra historia, prueba de ello es que hay cerca de 10 mil lotes en situación irregular en el poniente de la ciudad, hablando solamente de cuatro ejidos: El Progreso, Pancho Villa, La Concordia y La Sandía.
Esto obedece a muchos factores, pero en mayor medida a un tortuguismo y falta de voluntad de muchas administraciones estatales, que terminaron por heredar un gran cúmulo de necesidades de escrituración al actual gobierno que ahora enfrenta una labor titánica que ha estado buscando abatir.
Muchos tienen hasta 20 años de haber liquidado sus terrenos, sin embargo aún se encuentran en busca de certeza jurídica.
Por un lado hemos tenido esas fuertes oleadas migratorias que en su momento trajeron grandes cantidades de personas procedentes de Veracruz, que a su vez ‘jalaron’ a sus familiares al haber encontrado mejores oportunidades económicas en esta frontera, así como de San Luis Potosí y otros lugares, incluso en menor medida, algunas personas del centro y sur del continente.
Si bien una gran parte de esta migración por partes tenía a Nuevo Laredo como objetivo, otro numeroso segmento se quedó en la ciudad luego de no lograr el sueño americano, algunos con el plan de juntar dinero para volverlo a intentar, pero al final, por una u otra razón se fueron quedando para darle a esta ciudad, cada vez mayor diversidad.
Esto fue generando una necesidad de vivienda, pero la alta demanda hizo que muchos no encontraran un lugar que se ajustara a su situación económica, especialmente si estaban recién llegados y sin ahorros, por lo que la periferia se fue convirtiendo gradualmente en un territorio densamente poblado.
Esto a su vez dio pie a estafas, pues algunos aseguraban ser dueños de algún predio y vendían a precios económicos ciertos lotes, a pesar de no tener derecho alguno a disponer de los terrenos, por lo que algunas personas pagaron más de una vez el precio de su hogar, entre otros incidentes que se siguen generando.
Ahora hay programas de escrituración que con frecuencia abarca a decenas de familias a quienes da finalmente la certeza jurídica de sus hogares.