Hoy se cumple una semana de ese fatídico martes 14 de octubre que quedará marcado en la historia de la ciudad como uno de esos trágicos episodios en los que el origen de las causas se debatirá entre la especulación de una posible negligencia y el cuestionamiento de lo que falló y si acaso pudo haberse evitado.
Tres casas de la Calle Joaquín Argüelles Sur ya no están, tampoco dos de las vecinas de la colonia Infonavit, pero también algo cambió en los residentes del sector, pues aunque hay una aparente calma, el temor persiste en ellos de que un incidente así se pueda repetir.
No sólo temen quienes viven en esa colonia que ya experimentó dos explosiones en los últimos 11 años, sino que movió a toda una ciudad que dejó de postergar esa revisión de sus instalaciones de gas, ya sea LP o natural, ya no dejaron para otro día el reporte de ese ligero olor a gas, o la necesidad de reemplazar alguna pieza para mayor seguridad, cientos pusieron manos a la obra de una vez por todas.
Mientras tanto, en los alrededores del Cobat 01, aunque se hizo una revisión mucho más exhaustiva, el temor persiste, pues el recuerdo está fresco; aquel estallido que prácticamente tumbó a algunos de los vecinos que se encontraban en las casas más cercanas, pues la ola expansiva de la explosión tuvo ese efecto, al grado de reventar vidrios de varias decenas de hogares a la redonda.
Hoy, la ciudad no es la misma, pues la explosión de aquel 16 de septiembre del 2014 ya no es un incidente aislado, sino una historia que se repitió el 14 de octubre del 2025, cobrando vidas en cada ocasión y de las que debemos aprender para que no vuelva a ocurrir.
El mismo sector, con sólo seis cuadras y 11 años de diferencia entre un incidente y otro, reafirmando un temor que parecía haberse ido.
