La ley de impuestos “saludables” se volvió algo controversial entre un segmento de la población, pues con eso de que incrementará el costo de refrescos y tabaco, que incluye incorporar al gravamen los sueros, las bebidas saborizadas con edulcorantes, los videojuegos y las apuestas en línea.
Toda esa dinámica de aumentar impuestos a los productos que de alguna manera generan daños a la salud, ya sea por sus altos niveles de azúcares en el caso de los refrescos, adicciones, como que sería el tabaco y -ahora- las apuestas en línea, puede que no tome a muchos por sorpresa, pero incluir a los videojuegos “violentos” -que ahí hay un criterio a discutir- por considerar que de ahí podría generarse alguna apología del delito, es lo que sí causó algo de controversia.
Claro, hay personas más impresionables que otras, pues mientras que la gran mayoría no llevaría al mundo real la trama de un videojuego o película con temática de violencia, en menor proporción, quienes por alguna condición, nivel de madurez u otra circunstancia podrían ser influidos con mayor facilidad, definitivamente deberían existir precauciones especiales, aunque sería por parte de familiares, tutores, etc., pues para la legislación actual podría ser complicado definir quiénes sí y quiénes no deben tener acceso.
Para efectos recaudatorios, lo que suele considerarse en este tipo de legislaciones, es que si los consumidores no dejarán de tomar refrescos, de fumar, apostar o jugar videojuegos violentos, pues que paguen más por ello, aunque es justo en esta parte en la que comienza el debate.
Para los gobiernos, la razón recaudatoria no suele ser el argumento oficial para incorporar este tipo de gravamen, sino el de buscar reducir el consumo de los productos y los hábitos nocivos.
Después de considerar todo esto, la parte del tabaco y refrescos de alguna manera es entendible y no ha sido tan controversial como la de los videojuegos, que seguirá siendo tema de debate entre el segmento “gamer” o de aficionados de ese pasatiempo que algunos consideran incluso, todo un estilo de vida.