PASADIZO SECRETO

Infonavit, el punto de quiebre

Escrito en OPINIÓN el

El modelo de casa habitación asignada a los trabajadores mexicanos no emula a ninguno en otras regiones del mundo, casas que en su mayoría presentan daños y son incómodas, motivos suficientes para ya generar un cambio, establecer el Infonavit, el punto de quiebre.

Al saberse que este estilo de conjuntos habitacionales establecidos como ese espacio “adecuado” y funcional en toda la República Mexicana, desde sus inicios fue visto por muchos como esa degradación en cuestiones de vivienda.

Comprobación que los mismos trabajadores y trabajadoras al serles asignadas, al habitarlas, con el paso del tiempo se convertían en un verdadero martirio, al constatar que su principal punto crítico era el hacinamiento.

Sin dejar a un lado que las construcciones, esas que albergan cuatro o hasta cinco casas hacia arriba, han sido y por siempre un verdadero pesar para el acreditado, al entenderse que la edad y el tiempo pesan, en consecuencia, se hace más difícil su accesibilidad.

No, no se trata de ninguna manera de indicar que este programa de vivienda de interés social, “adecuadas” al trabajador o a la trabajadora haya sido un error del Infonavit, pero sí que ha sido un error que no haya a través de las épocas evolucionado favorablemente en todos sus aspectos.

Recordar que el otorgamiento de casas para el trabajador a través de un crédito fue instaurado en la década de los años setentas, proyecto ya concretado que alegró en su momento a muchas familias de esas épocas, pero el “desglose” de los problemas que les acarreó este tipo de vivienda, ha provocado en el acreditado no tan solo ese arrepentimiento, sino por igual esa decepción hacia quienes con mucho orgullo se los habían bien ofrecido.

Desde el inicio del Infonavit hasta estas épocas, y por lo que han padecido y vivido las familias en este tipo de casas, muy pocos acreditados pueden expresarse como satisfechos, agradecidos con dicho instituto por haberles solucionado su problema de vivienda.

Esto al repasar y de una forma amarga todo tipo de situaciones que van desde esas construcciones pequeñas, elaboradas con materiales de baja calidad, al recibir su “casa” casi en obra negra y todo lo que implico el acondicionarlas desde pisos hasta bardas para poder habitarlas, la reparación ante daños posteriores.

Adicionado a esto, esos problemas típicos entre vecinos ya sea por la falta de espacios para estacionamientos, por ruidos excesivos, en sí conflictos inevitables y provocados al convivir en espacios “grandemente” reducidos.

Pero algo inevitable es que de lo que sufre uno sufren todos como vecinos, pues si una catástrofe ocurre, indudablemente que al encontrarse las viviendas unas junto a otras sin espacios, desafortunadamente las consecuencias se replicarán hacia todos los más cercanos.

El abandono de ese tipo de construcciones es otro problema que por décadas se ha dado, casas que han sido dejadas por sus moradores por cuestiones de migración o al no poder continuar soportando el pago del crédito, entre otros variados motivos.

Generando este problema casas en completo abandono, dañadas en donde proliferan vagabundos, basura que afectan y afean ese espacio en donde se vive como acreditado, situación casi imposible de resolver o exigir su mantenimiento principalmente ante infinidad de litigios, problemas legales de esas desocupadas casas.

Cierto es que el programa del Infonavit a nivel nacional ha otorgado y por mas de cincuenta años créditos para vivienda a la clase trabajadora, pero cierto es también que este programa muy poco ha cambiado en el modelo de casa habitación, por lo mismo exigido a los desarrolladores de vivienda algo más acorde, adecuado a la vida moderna.

Al entender que México es vasto en territorio y que a diferencia a otros países como Japón quienes no cuentan con suficientes espacios para edificar, es que no se debe ya más permitir la construcción de viviendas en donde el hacinamiento predomine, evitar ya y al máximo esa acumulación de pequeñas viviendas.

Los mexicanos a través del voto han permitido esa alternancia política, dejando atrás esos tiempos en donde una misma ideología predominaba como esa absoluta, entonces, estas épocas modernas, de cambios deben ser suficientes para visionar sobre la construcción de esa vivienda para el trabajador real y acorde, accionar ese antes y después, ser ese parteaguas, provocar con estas acciones alejar y de tajo esas antiguas ideas que lamentablemente aun se siguen “arrastrando”.