Los ríos urbanos, aquéllos que cruzan por las ciudades, han sido impactados y/o modificados por el desarrollo urbano y el económico: contaminación de sus aguas, disposición de residuos en sus riberas, extracción de material pétreo, extracción excesiva de agua para usos urbanos e industriales, construcción de infraestructura, e incluso canalización de sus causes, entre muchos otros.
Conocer ese tipo de problemáticas y generar conocimiento y soluciones a las mismas es necesario para recuperar los ríos que han sido impactados por las actividades del ser humano. Hay algunas experiencias que se están realizando en ese sentido.
Tuve la oportunidad de participar y asistir al Encuentro Metropolitano de Ríos, organizado por la Universidad Autónoma de Nuevo León, en el Instituto de Ingeniería Civil. A través de las diferentes presentaciones pudimos tener acceso a las problemáticas que enfrentan los ríos urbanos y algunas experiencias de éxito internacional y nacional en la recuperación de algunos de ellos. Eventos como estos son necesarios para: conocer las problemáticas de los ríos urbanos y con ello generar conocimiento (datos e información) con la participación de especialistas, actores de gobierno y estudiantes. La socialización de estos conocimientos redundará en propuestas de solución a las problemáticas que enfrentan los ríos urbanos, como las que comentábamos. Pudimos conocer casos como el del río Pesquería y el río Santa Catarina, que adolecen de ese tipo de problemas. Un impacto, por ejemplo, a raíz de la intervención del ser humano en estos ríos, es el de las inundaciones que se presentan ante lluvias extraordinarias, afectando a las poblaciones asentadas en las cuencas de dichos ríos.
En otro escenario, los Amigos del Río San Rodrigo, en Piedras Negras, han documentado y denunciado por años los daños generados en el ecosistema del río San Rodrigo por la extracción de material pétreo y el desvío de agua de su cauce; el material pétreo se usa en el negocio de la industria de la construcción. Un reclamo del colectivo es parar dicha actividad por los daños que se han generado al río. No obstante, la extracción del material sigue dándose.
En otro más, participé en algunas ocasiones en el Día del Río en Nuevo Laredo, que se organizaba en el mes de octubre y en donde se involucraban instituciones educativas y actores de gobierno y sociales en la limpieza de las riberas del río Bravo; además, se realizaban otras actividades alusivas al cuidado del río. Año tras año se recolectaban toneladas de residuos lo que daba cuenta de la persistencia de ese tipo de problemas generado por las acciones insustentables del ser humano.
Tener ríos sanos, ríos vivos, es el reto y tal vez más en los ríos que atraviesan las ciudades. Además de proveernos de agua, son ecosistemas acuáticos que nos proveen de flora y fauna, entre otras funciones naturales, sociales y económicas. El gran reto es recuperar los ríos urbanos que han sido impactados por el desarrollo urbano, económico y el crecimiento de la población. En ello tenemos que trabajar población y gobierno.
