Estos últimos días los lugares que siempre lucían repletos para trámites de visa y permisos de internación a Estados Unidos, han estado un tanto desolados.
Claro, aquí influyen diversos factores y hay que separarlos, pero tienen al menos uno en común, por ejemplo, en el caso de los permisos de internación que se tramitan en las oficinas de CBP, si bien el incremento de 6 a 30 dólares puede desanimar a un segmento, especialmente si consideramos que para una familia de 4 pasarían de gastar 24 a 120 dólares, se dice que la mayoría de quienes viajan a San Antonio, Houston, Dallas, etc., no se detendrían por un incremento de esa naturaleza, pero otros aspectos dentro de las políticas de Trump, sí contribuyen a desanimar la intención de turistear en territorio norteamericano.
Este efecto lo han mencionado empresarios y trabajadores dedicados al turismo en otras partes de Estados Unidos, como en Las Vegas, donde extrañan a los turistas extranjeros, pues ahora todo esta ciudad dedicada al entretenimiento, no tiene ocupación hotelera ni personas asistiendo a sus espectáculos.
Si bien las redadas y otras políticas duras de la actual administración federal afectan mayormente al segmento cuyo estatus migratorio no es del todo legal, las imágenes que circulan en los noticieros, con agentes sometiendo y arrestando personas a diestra y siniestra, manda un claro mensaje en el que los extranjeros no son bienvenidos.
Algunos abogados dedicados a la migración han comentado que atienden muchos menos casos, es decir, que hay menor intención de obtener la ciudadanía por el simple hecho de que quienes aún aspiran a eso, consideran que al menos durante la administración Trump, no es tan factible, por lo que no ven caso en invertir miles de dólares en algo que es muy poco probable, como la ‘green card’.
Mientras esto ocurre, el gobierno estadounidense hizo una demostración de músculo aquí en Laredo, Texas, donde vimos un helicóptero sobrevolando al margen de la línea divisoria y tropas militares marchando en las brechas a la orilla del río, claro, desde el lado norteamericano, algo que justo como lo decíamos en las líneas anteriores, contribuye a reforzar ese mensaje que no parece ser de bienvenida.
