Las filas en el Puente Internacional Juárez Lincoln, mejor conocido como el Número 2, ha sufrido en los últimos años una serie de afectaciones a su dinámica acostumbrada, sin embargo eran atribuibles a problemas temporales como las obras de ambos países, entre la renovación de la garita, casetas del lado mexicano, recarpeteo y otras remodelaciones, sin embargo luego de que todas esas concluyeran, una ligera afectación llegó para quedarse, los Portales de Baja Energía (LEP, por sus siglas en inglés).
Estas comenzaron a funcionar y generan un cuello de botella a unos metros de llegar al “abanico” del claro norteamericano donde se ubican las casetas de revisión, pues las filas deben reducirse a estos arcos en los que se activa una pluma para que se genere la revisión del vehículo que pasa por ahí y no permite el ingreso de otro auto hasta que el carril se haya liberado.
Esto genera retrasos adicionales, sin embargo se entiende que aún está en la etapa inicial en la que los viajeros y las propias autoridades se ajustan a esta nueva realidad que llegó para quedarse.
Si bien en ambos extremos de los cinco marcos de revisión LEP hay carriles para quienes no quieran pasar por esa revisión, la mayoría de los carriles, deben redcirse para pasar por ese filtro, lo que aunado a la pluma que se mantiene abajo hasta que el carril se libera para dar paso al siguiente vehículo, esa dinámica tiene ahora esa obstrucción que esperemos se vaya agilizando con el tiempo.
Además, un módulo previo a entrar a los Portales de Baja Energía (Low Energy Portals) pide mostrar la visa, para detectar.
Del lado mexicano también se instalaron arcos similares a los norteamericanos, sin embargo estos solo se ubican a un costado, por lo que en teoría se estarían utilizando en ciertos momentos o en su defecto seleccionando a algunos vehículos y no abarcarlos casi a todos como en el lado estadounidense.