Las lluvias de la noche del sábado dejaron una tragedia y un intenso debate dentro de una reflexión comunitaria, luego de que un joven adulto se aferrara a su auto, que era arrastrado por una fuerte corriente, a pesar de los intentos de varias personas de persuadirlo de salir de su vehículo.
“Salte, muchacho”, le gritaba Mary Méndez mientras transmitía en vivo cómo un hombre era arrastrado con su auto por una fuerte corriente en las calles de la colonia Voluntad y Trabajo 1. “Deja que se lleve el carro, no importa”, repetía con fuerza el esposo de la usuaria de redes sociales que grababa la escena, buscando convencer al conductor de priorizar su vida.
Como parte de las reacciones, algunos criticaron el hecho de que se aferrara a un bien material y que lo pusiera por encima de su vida, mientras que otros pidieron entender lo que ese auto significaba para él, ya sea porque pudiera tratarse de un conductor de Didi -que no se ha confirmado- y que representaba su herramienta de trabajo, o simplemente por el esfuerzo que le haya costado adquirirlo.
Sin duda, visto desde una situación económica privilegiada es más sencillo decir que debió dejar atrás el auto, y que después simplemente se comprara otro, y más allá de que si contaba o no con un seguro y la cobertura que tuviera, es claro que era difícil dejar ir su patrimonio, pero en cualquier caso, no valía más que su vida.