La vertiginosa globalización que demanda un ritmo acelerado de mercancías yendo y viniendo de todos los rincones del planeta ha sido posible gracias al transporte marítimo que permite mover más del 80 por ciento del comercio mundial. No obstante, el costo del transporte de contenedores ha aumentado por diversos factores que veremos a continuación y que a la vez fortalece el papel de México en la relocalización de las cadenas productivas y logísticas.
Hoy, desde Shanghái, el puerto más grande del mundo, a Los Ángeles, California, el costo del flete se duplicó entre octubre de 2023 y lo que llevamos de 2024.
Mientras que en otra ruta, el costo del transporte de contenedores de Shanghái a Génova o Rotterdam se triplicó en el mismo periodo.
No importa qué tipo de envío sea, a granel, en contenedores, en cisternas, todo se ha visto afectado, principalmente por dos cues- tiones: una sequía prolongada en el Canal de Panamá y los conflictos en el Mar Rojo. Advierte la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) que ambos shocks negativos han afectado las rutas marítimas, la columna vertebral del comercio internacional de mercancías.
La sequía regional en el Canal de Panamá ha disminuido el número de tránsitos en aproximadamente 37 por ciento y también ha reducido el calado permitido de buques que transitan por él, lo que reduce el volumen y número de contenedores transportados por los buques y aumenta los costos.
Las hostilidades que afectan al Mar Rojo y al Canal de Suez están provocando que los buques portacontenedores recorran distancias mucho más largas alrededor del Cabo de Buena Esperanza, lo que aumenta tanto los plazos de entrega de mercancías durante las épocas clave como los costos de envío de estas mercancías.
“Las tasas spot desde Extremo Oriente a la costa Este de EEUU han caído un 33 por ciento desde el máximo alcanzado a principios de febrero, tras la escalada del conflicto en el Mar Rojo, mientras que los fletes desde Extremo Oriente a la costa oeste de EE.UU. han caído un 31 por ciento en el mismo periodo”.
El comercio entre Asia y Europa, junto con las rutas marítimas que van entre las costas del Pacífico y el Atlántico de América, han experimentado las consecuencias en un efecto dominó, que ha elevado las tarifas de flete de las rutas que no cruzan estos puntos críticos, debido al impacto inquietante en el transporte marítimo y la logística globales. Lo malo de que todo esté conectado.
Si el cambio climático continúa afectando al Canal de Panamá, el proyecto impulsado por el gobierno mexicano del Canal Interoceánico del Istmo adquiere mayor relevancia para el tránsito internacional de mercancías. El Canal de Panamá manejó el año pasado el 3 por ciento del volumen del comercio marítimo internacional.
Eso sí, a pesar de estos aumentos tan pronunciados, las tarifas siguen estando muy por debajo de los máximos históricos de finales de 2021 o principios de 2022, como recordarán por los efectos de la pandemia y la crisis de contenedores.
La UNCTAD señala que “los operadores quieren tarifas más altas a largo plazo, pero también necesitan asegurarse volúmenes a largo plazo. Esa es la delgada línea por la que intentan caminar, equilibrando el riesgo y la recompensa en un mercado tan impredecible. Mientras tanto las empresas buscan relocalizar su producción para evitar estos altibajos en los costos logísticos.