La batalla en los tribunales sigue, pero los expertos -que si son imparciales- dicen que la probabilidad de que algo cambie, es de un dígito porcentual, osea que está pero bien difícil, pero lo quieren hacer ver como si fuera un hecho que ya van para atrás los fielders.
En todo esto hay que ser realista, y revertir el resultado de una elección que tuvo un considerable margen de diferencia entre las dos principales candidaturas, es más que complicado, porque si fuera tan sencillo cambiar la voluntad del pueblo que se manifiesta en las urnas, no tendría sentido votar.
A nivel nacional la tendencia fue similar en cuanto a pequeños grupos queriendo simular una voluntad distinta a la que al final se manifestó en las urnas, especialmente si fue de manera tan clara y contundente.
Parte de esta guerra fría ha sido la desinformación, una estrategia un tanto cuestionable porque si bien confunde a un segmento, en otro grupo numeroso solo causa un disgusto por la saturación de notas con un tono tendencioso y con antecedentes de haber sido imprecisos o totalmente falsos y lejos del panorama que planteaban.
En redes sociales vimos un intento de ‘inundar’ con información tendenciosa este fin, sin embargo estas tuvieron pocas reacciones, prácticamente nulas, pues los anteceden otras publicaciones que resultaron estar lejos de lo que los ciudadanos vieron al final.
Por lo pronto aquí la dejamos, pero nos leemos el próximo dominguito con más de su amigo El Reporteronte…del monte, una especie en peligro de extinción.