Las carreteras llevan progreso a las comunidades, porque conectan a zonas y activan economías. Las carreteras modernas permiten trasladar productos con mayor eficiencia. También conectan a las personas, para que puedan viajar, ya sea por motivos de trabajo, o por diversión.
Millones de pesos se mueven diariamente gracias al transporte de personas y mercancías, eso lo sabemos perfectamente en la frontera, donde gran parte de la economía depende del comercio internacional.
Por eso es particularmente curioso ver un puente construido a la mitad, y evidentemente abandonado por muchos años. Jamás terminado, como un problema de todos y de nadie. Donde nadie se hizo responsable, donde todos se echaron la culpa.
Cuando se viaja a la capital, Ciudad Victoria, por la carretera desde Monterrey, justo donde termina Nuevo León y empieza Tamaulipas está el poblado de Los Magueyes, en el municipio de Mainero.
Hasta donde termina Nuevo León la carretera está medianamente en buen estado, pero empezando Tamaulipas, se reduce y luego aparece un monte artificial, en Los Magueyes. Es un paso a desnivel que se iba a construir hace más de 10 años, pero que los gobiernos del PRI-AN jamás terminaron. Parte de ese montículo sin terminar ya tiene maleza que creció donde debían circular los vehículos. Para circular, hay que darle la vuelta a la monstruosa edificación.
¿Dónde quedó el dinero de esa obra? Quiénes se beneficiaron de esos contratos? ¿Qué funcionario la autorizó? ¿Por qué no se castigó al responsable de ese monumento a la deshonestidad? Así fue como le llamaron a otro puente, también olvidado, cerca del municipio de Altamira, Tamaulipas.
Los monumentos de la deshonestidad abundan, son obras en las que se gastaron millones y que fueron abandonados, olvidados, pero donde quedaron construcciones abandonadas e inútiles.
El actual gobierno prometió completar estos dos puentes, en Los Magueyes, Mainero, y en Altamira. Sin embargo, hay muchos más que todavía requieren ser terminados.
¿Usted qué opina?