Con el atentado a Donald Trump su candidatura por el Partido Republicano pasó con mayor facilidad para contender una vez más por la Presidencia y sin duda al mencionar su nombre, para el segmento hispano y gran parte de las personas migrantes o que aspiran a hacerlo, es un tema de interés por lo que su discurso representa.
Más allá de que coincida o no con su discurso y de que forme parte del grupo de personas que crean en la legitimidad del atentado o que duden de ese suceso, queda claro que se trató de un hecho histórico que además dio un interesante impulso a su campaña, efecto que aparentemente podría durarle incluso toda la contienda, a reserva de qué más ocurra en los meses siguientes.
En redes sociales vemos de nueva cuenta esa polarización sobre el tema e incluso una preocupación adicional, a pesar de que ya fue presidente en una ocasión y a los mexicanos no se nos afectó, pues no es como si fuera a retirar visas o deportar en cantidades considerablemente mayores a las usuales, tampoco se interrumpió el envío de remesas, o cualquier otro aspecto que preocupaba antes de que ocupara la Casa Blanca.
En este y todos los sentidos, México es un país soberano, y claro, nos impactan los sucesos internacionales, como a todos o la mayoría de los países en el mundo, así que un segundo término de Trump difícilmente sería distinto del primero, además de que también falta definir si efectivamente se enfrentaría de nuevo a Biden o a alguna otra persona que represente al Partido Demócrata.