Desde la semana pasada se habló sobre si habría clases o no el día del eclipse solar.
Quizá hoy es uno de esos pocos días en que las clases pueden ser lo más interesante posible: hablando de ciencia, del Universo, de los planetas, de historia, y hasta de culturas y presenciando con medidas de seguridad este fenómeno natural que pocas veces podemos ver en esta plenitud.
Los eclipses son fenómenos naturales que también generan temores infundados, como enfermedades, daños a las embarazadas o malos augurios.
Desde los mayas ya se conocían fenómenos naturales pues ellos estudiaron los ciclos del sistema solar y de las estrellas.
“La preocupación de los mayas por comprender los ciclos de varios cuerpos celestes, en especial el Sol, la Luna y Venus, los llevó a acumular observaciones de notable precisión y a tratar de buscar ciclos mayores en los cuales la posición de diversos astros se repitiese”, explica el astrónomo Luis F. Rodríguez, del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Hoy es un día excelente para despertar la imaginación de los alumnos, y la discusión sobre la verdad y las creencias falsas.
Necesitamos más ciencia, más sensatez y sentido común.
¿Usted qué opina?