Consisten en la falta de habilidad o aptitudes para lograr adquirir los conocimientos adecuados de acuerdo con la edad del peque y su desarrollo del aprendizaje, es decir, que comienzan a tener dificultades con la atención, memoria, comprensión y razonamiento, que influyen en las tareas escolares.
Generalmente los identificarás a partir de la edad escolar y de la lectoescritura, que anteriormente se podía detectar entre los 6 y 7 años, cuando se ingresaba a Primaria y se comenzaba con este proceso. En la actualidad los trastornos del aprendizaje comienzan a observarse desde edades más tempranas, debido a que diversas escuelas comienzan la lectoescritura entre los 4 y 5 años.
Los puedes detectar en esta edad temprana porque generalmente son niños que tienden a adquirir sus aprendizajes básicos como su nombre, edad, partes del cuerpo, colores, letras o números de manera más lenta o con diversas alteraciones en poder recordar o asociar la información; esto se pueden dar en menores con buena función intelectual o buena inteligencia, pero con dificultades en algunas áreas que hacen su proceso de aprendizaje más lento.
Puedes observar estas alteraciones como trastornos de lectura, expresión escrita, matemáticas. Por ejemplo, cuando observas que cambian las letras “b” por la “d”, “p” por la “q” y viceversa, o también en los números cuando los colocan o escriben a la inversa o en forma de espejo; también, que al leer dan alteraciones al cambiar “es” por “se”. Éstos son sólo algunos ejemplos, sin embargo, es importante comentar que es típico en el inicio del proceso de escritura y lectura, pero si tu hijo(a) ya lo ha adquirido y aún presenta estas alteraciones, es importante revisarlo así como considerar que no tenga ningún otro trastorno del neurodesarrollo infantil, ya que en éstos algunas de las alteraciones pueden presentarse de forma típica.
Estos trastornos del aprendizaje pertenecen a los del neurodesarrollo infantil, por lo que pueden ser evaluados por especialistas en esa área utilizando pruebas que miden las habilidades de inteligencia para aprender; esto les ayudará a poder establecer un mejor plan de intervención académico y apoyar al alumno(a) a aprender de una mejor manera.
Recuerda que, si observas que tu peque de 7 años o más aún muestra alteraciones en la forma en que escribe sus letras, el orden en que comienza a escribir, el tamaño o la forma, la lectura sin una buena comprensión o con alteraciones en la expresión, no dejes pasar más tiempo y recibe el apoyo necesario para una mejor intervención. Todo diagnóstico a tiempo marcará la diferencia en el resto de su viaje por esta vida, apóyalo a ser mejor y convertir retos en oportunidades.
Apóyalo a seguir creciendo fuertes, creciendo juntos.