Ayer México inscribió en su historia a una neolaredense a quien se homenajeó en vida con el más alto honor que otorga el senado a personajes destacados del país, su legado ahora lleva un nombre con letras de oro en el Muro de Honor: Ninfa Deándar Martínez.
Los medios de todo el país voltearon a ver a la más reciente galardonada con la presea Belisario Domínguez, su vida y obra, pero además, al recibir tal distinción, sus palabras resonaron en las páginas y noticieros nacionales, con un mensaje de lucha y el llamado a la defensa de la soberanía de México.
Acompañada de sus hijos Ninfa, Ramón, María del Refugio “Cuquis” y Heriberto Cantú Deándar, así como algunos de sus nietos, doña Ninfa fue apapachada por las ovaciones y aplausos que resonaban dentro y fuera del senado.
El valor de esta presea no se puede cuantificar, tampoco el esfuerzo o los méritos necesarios para que el senado concuerde en que una persona sea merecedora de tal distinción, como ocurrió en esta ocasión en la que un nombre inscrito en la historia del país resonará por largo tiempo, trascendiendo generaciones.
“No dejaremos que vulneren nuestra patria, la vamos a defender, en el norte somos guerreros y Nuevo Laredo es un pueblo heroico como lo es México” dijo doña Ninfa, quien dedicó su premio al terruño que la vio nacer y en donde hizo toda una vida de lucha periodística en defensa de las causas del pueblo.
Qué mejor forma de concluir el año del centésimo aniversario de tradición periodística de El Mañana, que con la medalla Belisario Domínguez en los últimos días de este 2024 que estuvo lleno de festejos del Periódico que va con Pueblo.
Todos los que formamos parte de esta familia periodística y quienes han pasado por El Mañana durante estas décadas de lucha, así como ciudadanos en general, hemos podido constatar el valor que tiene para Nuevo Laredo doña Ninfa Deándar Martínez, quien ya se había ganado su lugar en la historia desde hace tiempo, pero ayer, ese lugar se cimentó con letras doradas.