La promesa de deportaciones masivas de Trump “desde el primer minuto”, sin duda genera un ambiente de incertidumbre en un gran número de migrantes y sus familias, que se benefician con las remesas, pero a pesar de que aseguró que se enfocaría en aquellos cuyos perfiles se inclinan a los crímenes graves, pero esto no parece ser suficiente para dar calma al segmento que se encuentra de manera ilegal en Estados Unidos.
Con frecuencia en algunos lugares de la Unión Americana, las palabras migración y México suelen asociarse en demasía, pero la realidad es que los mexicanos indocumentados representan algo así como el 36 por ciento de todos los migrantes en esa situación, pues a pesar de la cercanía, son sólo 4 millones de un total de más de 11 millones de todas las nacionalidades.
En la ocasión anterior, en las semanas previas a la toma de posesión de Trump e incluso en sus primeros meses ya como presidente de Estados Unidos, ese mismo temor prevalecía; sin embargo, durante su primer año, deportó 177 mil migrantes menos que Obama en el arranque de su administración.
Entonces, personajes como el sheriff de Maricopa, Arizona, Joe Arpaio, ayudaron con sus acciones a extender las historias de persecución contra el segmento migrante, pues figuraba constantemente en las noticias con poderosas imágenes de detenciones y duras condiciones o tratos penitenciarios para la migración ilegal, esto a pesar de que se trataba de un condado en específico y que no permaneció en el cargo por el resto de la Administración Trump.
Los medios internacionales dieron entonces mucha atención a los incidentes entre elementos de la Patrulla Fronteriza y migrantes, así como las caravanas, deportaciones, ciudades o comunidades santuario, entre otros aspectos relacionados, por lo que esto podría volver a ocurrir en el arranque de su administración.
En los Laredos, como en el resto de la frontera, la dinámica migratoria incluye obviamente un segmento de personas que trabajan de manera ilegal del lado norteamericano, mientras que otros más tienen la doble nacionalidad y, claro, una mayoría en estatus legal, ya sea por nacimiento o una de las muchas historias que seguramente ha escuchado de personas a su alrededor que se llegan a naturalizar por matrimonio u otra estrategia.
Si bien la amenaza de las deportaciones puede preocupar a algunos cientos en Laredo, la amenaza de que los hijos de padres mexicanos nacidos en territorio norteamericano ya no puedan obtener la nacionalidad estadounidense, parece ser una preocupación que está cobrando fuerza, aunque legislar para concretar una medida de esa índole podría no ser tan sencillo.