EL INQUISIDOR

El Poder Judicial y la picadura de serpiente

Escrito en OPINIÓN el

El Poder Judicial se ha convertido en una lacra social, representa abiertamente los rescoldos del neoliberalismo más recalcitrante, obedece a designios del exterior, pero en su bregar faccioso cometen error tras error con pifias legales: el oso cometido por la jueza de Coatzacoalcos, Veracruz, Nancy Juárez, al querer sancionar a la presidenta de México y encarcelarla por desacato.

Se ve a leguas que la susodicha jueza de distrito carece del conocimiento de la ley además de que evidencia visceralidad y deficiente raciocinio, algo muy peligroso en un juzgador. En la mañanera salió su historial de sanciones, fue suspendida por el consejo de la judicatura por queja de 12 servidores públicos en abril 2021, por desempeño deficiente, incumplimiento de horarios de trabajo, nepotismo, acoso laboral, malos tratos y no respetar a la inamovilidad de los trabajadores.

A pesar de ello en marzo de 2023 fue reinstalada, por Norma Piña, ¡así o más claro! En su defensa ante los cuestionamientos de la prensa, argumentó que fue por acoso de  Arturo Saldívar. Pero nada dijo cuando se le dijo que fue captada en el grupo que le tiró una botella de agua al presidente AMLO en Veracruz, gritando consignas en su contra, dejando su lado su investidura de juzgadora federal y convertirse en juez y parte.

Flaco favor le hace a la ministra Norma Piña que no toca mal las rancheras; en entrevista ante reconocida entrevistadora regiomontana dijo que desistió de realizar su tesis sobre selección de jueces y magistrados, que entró a trabajar al Poder Judicial  por invitación de un maestro suyo; lo peor, admitió que nunca litigó, ni ha litigado, Calderón la postuló y Peña  Nieto la eligió como Ministra.

La corte en su cacareada autonomía generó guardaditos presupuestales para generar los llamados fideicomisos, manejándose como un coto de poder, que puede hacer y deshacer con el presupuesto; cualquier otro poder es auditable, si en el ejercicio lectivo no aplican el recurso debe reintegrarse a la federación a menos que se refrende el recurso para el próximo año o se reasigne en el mismo ejercicio para otros programas.

Estos insensatos amparados en su autonomía cuando vieron el resultado de las elecciones del 2 de junio y que el plan C, era inminente, se dieron a la tarea de cambiar edades de jubilación, reduciéndolas de 65 a 55 años, pasándose por el arco del triunfo la ley federal del trabajo. Con ello garantizaron irse con el 100% de las estratosféricas remuneraciones.

El Poder Judicial, no todo, pero si de los que los representan de la mano de Norma Piña y jueces de distrito ineptos, en su contienda con los poderes ejecutivo y legislativo  se asemejan al pasaje del dragón y la serpiente contenido en el libro “Así hablo Zaratustra” de Federico Nietzche que dice:

“Un día habíase quedado Zaratustra dormido debajo de una higuera, pues hacía calor, y había colocado sus brazos sobre el rostro. Entonces vino una víbora y le picó en el cuello, de modo que Zaratustra se despertó gritando de dolor [110]. Al retirar el brazo del rostro vio a la serpiente: ésta reconoció entonces los ojos de Zaratustra, dio la vuelta torpemente y quiso marcharse. “¡No -dijo Zaratustra-; todavía no has recibido mi agradecimiento! Me has despertado a tiempo, mi camino es todavía largo”. “Tu camino es ya corto, dijo la víbora con tristeza; mi veneno mata”. Zaratustra sonrió. “¿En alguna ocasión ha muerto un dragón por el veneno de una serpiente? – dijo. ¡Pero toma de nuevo tu veneno! No eres bastante rica para regalármelo”.

El Poder Judicial asemeja a esa víbora impertinente que mordió al maestro, de ahí que le cayó una reforma fulminante y se van a la calle como una pandilla de facciosos, lo que hacen con sus pequeñas representaciones es un derecho al pataleo, que ya cansó a la sociedad y exige severidad para que se les castigue con un juicio político.

Ahora Norma Piña busca el apoyo de organismos internacionales alegando violación a sus derechos humanos -sí querido lector, esos derechos humanos con los que protegen a los delincuentes y se escudan en la legalidad de sus resoluciones, invocando el control de la constitucionalidad-.

Quieren involucrar a la OEA y a los países miembros del TMEC; la vocera del Poder Judicial de la Federación, la enfermera Patricia Aguayo así lo manifestó. Por su profesión de enfermera militar debería ser procesada por el ejército por traición a la patria, ya que nunca dejará de ser militar, aunque se jubile y buscan dañar el país incitando a los extranjeros para que sancionen a México.

Esto no acabará bien si se le suelta la cuerda a estos juzgadores enloquecidos que se llevaron entre las patas con engaños a los trabajadores y los traen como marionetas defendiendo sus canonjías.