Las aduanas mexicanas, fundamentales para la captación de ingresos públicos, han registrado una tendencia a la baja en la recaudación. Según datos de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), en agosto de 2024 se observó una caída del 4.6% en comparación con el mismo mes del año anterior, lo que refleja una tendencia a la baja que ha persistido desde la pandemia.
Esta disminución contrasta con el dinamismo del comercio exterior que ha mostrado un crecimiento constante, especialmente en las relaciones con Estados Unidos, ahora nuestro principal socio comercial.
Para entender este fenómeno, es importante observar la interacción entre el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) y el sistema aduanero mexicano.
El TMEC, que sustituyó al TLCAN en 2020, ha traído consigo tarifas preferenciales y beneficios arancelarios que, aunque fomentan el comercio, también limitan el potencial de recaudación por impuestos a las importaciones y exportaciones, lo que explica en parte la caída en los ingresos aduaneros.
El comercio exterior de México ha sido un pilar esencial en el desarrollo económico del país, y los acuerdos comerciales han jugado un papel crucial en su dinamización. Sin embargo, el crecimiento sostenido del comercio con Estados Unidos, que ha llevado a México a ser su principal socio comercial en 2023, presenta una paradoja interesante: mientras más incrementa el volumen de comercio bajo las reglas del TMEC, menor es la cantidad de ingresos fiscales que se generan en las aduanas.
Esto se debe principalmente a las reducciones arancelarias que el tratado promueve entre los países miembros.
Bajo el TMEC, muchos productos que cruzan las fronteras de los tres países están exentos de pagar aranceles o enfrentan tasas muy bajas si cumplen con las reglas de origen estipuladas en el acuerdo.
De hecho, esto es una de las características principales que hizo tan atractivo este tratado para los actores comerciales, pero al mismo tiempo ha contribuido a que las aduanas mexicanas recauden menos. Esta situación es más evidente en sectores como el automotriz, manufacturero y agrícola, que son altamente integrados entre las tres economías.
Esto limita directamente la capacidad del gobierno mexicano para aumentar la recaudación por derechos de importación y exportación. Las cifras del comercio exterior muestran que entre enero y diciembre de 2023 se realizaron más de 21 millones de operaciones de comercio exterior, con un incremento del 3.9% respecto al año anterior. Sin embargo, este crecimiento no ha sido proporcional en términos de recaudación tributaria.
Específicamente, la ANAM informó que la recaudación en aduanas durante el 2023 fue de 1.15 billones de pesos, lo que representó una caída del 2.1% en comparación con el año anterior.
Esta cifra se ubica todavía por debajo de los niveles observados antes de la pandemia en 2019. Si bien la economía mexicana ha mostrado una recuperación más rápida de lo esperado, los ingresos en recaudación no han logrado recuperarse completamente debido, en parte, a los impactos del TMEC y las preferencias arancelarias que reduce las contribuciones fiscales asociadas al comercio.
Además del impacto directo del TMEC, otros factores han contribuido a la caída en la recaudación aduanera. Por ejemplo, la pandemia de COVID-19 afectó gravemente la actividad económica mundial, y aunque el comercio ha recuperado terreno, el flujo de mercancías no ha vuelto a los niveles anteriores en todos los sectores.
El descenso en la recaudación aduanera en México refleja una realidad compleja donde, a pesar de ser el principal socio comercial de Estados Unidos, el país enfrenta limitaciones fiscales debido a los acuerdos arancelarios del TMEC.
Mientras el comercio sigue creciendo, las preferencias otorgadas bajo este tratado han reducido el margen de maniobra para recaudar impuestos a las importaciones y exportaciones.