Nuevamente como hace 42 años, se repite la historia la pugna por el poder de los neoliberales contra el gobierno de JLP, que manejaba el nacionalismo económico, huelga decir que los ganones fueron los neoliberales encabezados por Miguel de la Madrid Hurtado, que hizo un gobierno funesto con una inflación promedio de 100% anual e incremento de la economía informal del 20%.
Años de mucha hambruna, desempleo, carencia de poder adquisitivo, a pesar de la venta indiscriminada de empresas del Estado 413 empresas estatales que iniciaron con la privatización de una aseguradora nacional y la fábrica de carros de ferrocarril de Ciudad Sahagún, Hidalgo; y DINA (Diesel nacional), que fabricaba autobuses y trailers; la situación económica no mejoró.
Esos años donde nos decían “hay que apretarnos el cinturón, la política económica será muy amarga, pero mejoraremos bla, bla, bla”, la acabamos de escuchar del presidente de Argentina Javier Milei, fanático neoliberal, enajenado de esa falsa teoría del mercado, percepción equivocada de que el mercado regula los precios; en economía eso es hipotético, porque para ello se requiere contar con un mercado de competencia perfecta, hasta ahora una utopía teórica.
Las preferencias del consumidor poco logran cuando hay empresas monopólicas o duopolios que regulan los precios a placer poniéndose de acuerdo, aquí en México padecemos un duopolio que encareció la tortilla nada más por controlar la molienda o harina de maíz; hablo de Minsa, y Maseca.
Las cerveceras, las panaderas, tiendas de conveniencia, supermercados, les importa poco si estás de acuerdo con los precios, primero te crean la necesidad o dependencia del producto y lo demás va por añadidura. A ello debemos sumarle la problemática que enfrenta el campo como el coyotaje, que inhibe el libre mercado inflando los precios, por ello hablamos de falacias neoliberales.
El meollo del asunto es que la ciudadanía es un elemento generador de consumo que es explotable, vendiéndole productos chatarra para enfermarles y medio curarles con medicamentos chatarra; es una fuente de ingresos, vivos o muertos.
Eso lo sabe y bien que lo sabe el sistema neoliberal que privatiza todo, salud, educación, cárceles, aeropuertos, puertos, aduanas, los mantos acuíferos, recursos petroleros, minerales etc. con perjuicio para el ciudadano.
Es un proyecto que sujeta a las naciones, las vuelve dependientes del extranjero, por ello Milei “el loco” para sus amigos y compañeros de juventud, fue lanzado a la palestra como una opción de cambio, con mucho dolor para los hermanos argentinos, devaluó el dólar de 360 pesos a 800 por dólar y ahora ya rebasa los mil pesos/dólar, la inflación esta arriba del 160 por ciento, amen de la escasez de alimentos por su negativa a comerciar con países vitales para su subsistencia por ser “comunistas”, una fase del modo de producción socialista que ningún país alcanzó, por lo que evidencia su ignorancia.
En México la oposición famélica y carente de ideología pretende hacer lo mismo, mentir para llegar al poder y no hallan de qué clavo ardiendo sostenerse para continuar vigente, quieren volver al sistema anterior del pillaje y continuar privatizando los bienes públicos para gozar los privilegios de una casta depredadora que poco le importa la nación pues viven en el extranjero.
El jaque mate que hundirá a los opositores de la 4T ya lo implementó AMLO, con la reforma laboral, la reforma al sistema de pensiones que modificó Ernesto Zedillo (1994-2000) dañando a los ciudadanos con la complicidad de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, junta de notables que violentan la constitución a placer y a conveniencia.
Lo importante es que la oposición ya no crecerá y hundirá a los partidos que le acompañan.
Buen provecho.