La onda de calor es sin duda histórica, y es que si bien estamos acostumbrados a las altas temperaturas, desde hace años que no teníamos tantos días consecutivos con el termómetro por encima de los 40 grados centígrados.
Peor aún, esto se convirtió ya en una contingencia de salud, pues de las ocho víctimas mortales asociadas al golpe de calor en el Estado, en Nuevo Laredo se han declarado oficialmente cuatro, dos mujeres y dos varones, todos en el rango de la tercera edad.
Una prueba de esto, es que seis de cada 10 consultas o atenciones médicas en la ciudad, tienen que ver con el golpe de calor o más bien, a las complicaciones que de ahí derivan, especialmente en personas que tienen alguna condición crónica preexistente, comenzando por la alta presión, que suele ser la más común y a la vez un segmento que requiere cuidados especiales en estas circunstancias.
Lamentablemente el problema va a continuar, con sus altibajos, pero al menos de aquí al 3 de julio, superando diariamente los 40 grados celsius.
A su vez, la problemática se extiende a los constantes “apagones y bajones” de energía eléctrica por sectores, pues la extraordinaria demanda actual para mantener los aires acondicionados, minisplits y demás dispositivos de refrigeración, han puesto una carga muy elevada en los transformadores, que constantemente sucumben, dejando por varios días sin energía a los sectores afectados, pues los trabajadores de CFE se ven rebasados por la enorme cantidad de reportes.
Quienes tienen las posibilidades han buscado refugiarse en los hoteles en tanto regresa la energía eléctrica, lo que ha traído a ese rubro un buen auge en materia de ocupación de sus habitaciones y tal parece que les quedan al menos un par de semanas así, si es que la canícula no resulta igual o peor.
Obviamente quienes se dedican a la venta o reparación de minisplits se encuentran en su momento de brillar y en menor proporción, pero también en auge, están los mecánicos, quienes están -al menos los buenos- con mucho trabajo.