Ayer estuvo en Nuevo Laredo el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien llegó a la ciudad para supervisar los avances en el complejo de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM).
Su estadía fue breve, pues la agenda era apretada y Nuevo Laredo fue la tercera y última ciudad en visitar, luego de Matamoros y Reynosa, sin embargo se pudo apreciar su llegada y salida en helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana que no pasó desapercibida, pues se pudo observar desde casi cualquier cuadrante de Nuevo Laredo.
En el lugar hubo simpatizantes del Presidente con pancartas de bienvenida, provenientes en su mayoría de colonias populares de la ciudad.
Su visita tiene una serie de implicaciones positivas, especialmente por el hecho de que el proyecto toma fuerza cuando una figura como el Presidente de la República está insistiendo y supervisando que esto no quede sólo en papel, sino que se materialice de una vez por todas.
Cuando realizó las primeras menciones de este proyecto, a pesar que cumple sus promesas, sonaba como algo distante y complejo, pero hemos llegado al punto en que puede notarse que es ya un hecho, y que está avanzando con rapidez, pues se trata de una magna obra de más de 3 mil 359 millones de pesos de inversión, que obviamente por la cuantía económica, se trata de un complejo y construcción de grandes dimensiones.