Escrito en OPINIÓN el
Sólo hay una cosa mejor que despertarse con el sonido de la lluvia: dormirse con su música.
La gente del campo siempre cree en Dios, pero cuando llueve cree más. Para quienes viven de lo que da la tierra decir “Hágase tu voluntad” es decir “Hágase tu lluvia”. Lo mismo deberíamos decir nosotros, pues todos vivimos de lo que da la tierra.
Anoche, en el Potrero, se hizo la voluntad divina y fue la lluvia. Leía yo en la cama cuando empezó a llover. Llovió con mansedumbre, como si la lluvia, por humildad, no hubiese querido que se supiera el bien que estaba haciendo. Dejé de leer: me desleí en esa canción hecha de lluvia. Acunado por ella me dormí. Así se duerme el niño en brazos de su madre.
¡Hasta mañana!..